Barcelona se pasa a los leds para iluminar 200 calles
La renovación permitirá ahorrar la energía equivalente al consumo de más de 1.500 familias
El Ayuntamiento invertirá 18 millones de euros durante los dos próximos años a fin de iluminar más de 200 calles mediante la tecnología led (las siglas en inglés de diodo emisor de luz). El concejal de Energía, el común Eloi Badia, detalló ayer que de este modo el Consistorio renovará el 20% de las farolas de la urbe. El gobierno de la alcaldesa Ada Colau subraya que la sustitución del 7% de las instalaciones de la ciudad permitirá a Barcelona ahorrarse el 5% de la potencia contratada, unos 3.620 megavatios/ hora al año, lo que equivaldría al consumo eléctrico de unas 1.550 familias. Además, el Plan de Renovación Integral del Alumbrado 2018-2020 contribuirá a infundar entre la ciudadanía una grata sensación de seguridad.
“Vamos a cambiar alrededor de 10.000 farolas de todos los distritos de la ciudad –explicó el concejal Badia mientras los empleados municipales comenzaban los trabajos correspondientes en la calle Hort de la Vila del barrio de Sarrià–. Este plan nos permitirá adecuar el alumbrado público a las necesidades y particularidades de cada calle. Actuaremos en todos los distritos de la ciudad. Se trata de un plan muy transversal. De esta manera, conseguiremos proporcionar una iluminación de mucha más calidad, una luz mucho más blanca, uniforme y agradable que a la que estamos acostumbrados a ver. Porque el sistema led ofrece varios puntos focales, y de este modo no origina tantas sombras como las bombillas convencionales. Empezaremos por aquellos viales que presenten unas instalaciones más antiguas y por tanto un consumo de energía más elevado”.
A buen seguro que los nuevos leds harán de la calle Salvadors un pasaje mucho menos inhóspito. Este vial comunica dos de las calles más vivas del norte del barrio del Raval, la de Sant Antoni Abad y la de la Cera. Pero al caer la noche Salvadors se torna tan oscura que muy pocos se atreven a tomarla para ir de una a otra. Cualquier sombra apostada intimida mucho. Y encima muchos vecinos aprovechan este abandono para dejar allí de cualquier manera colchones, muebles viejos, bolsas de basura...
El nuevo sistema también se
URBANISMO DE GÉNERO El nuevo sistema quiere acabar con los claroscuros que suscitan inquietud
ACTUACIÓN TRANSVERSAL
El ‘plan renove’ municipal se desarrollará en todos los distritos de la ciudad
desarrollará en otras calles muy cercanas a Salvadors, como Bisbe Laguarda, Erasme de Janer, Riera Alta... Son viales en principio bien iluminados y habitualmente muy transitados, pero cuando cierran todos sus comercios y bodegas, sobre todo durante los invernales domingos por la tarde –porque la oscuridad no es patrimonio exclusivo de la madrugada–, los claroscuros que dibujan las farolas de toda la vida sobre las pequeñas aceras se antojan un tanto inquietantes.
Acabar con estos claroscuros es uno de los objetivos del Ayuntamiento. Este objetivo forma parte de lo que lo que en los últimos tiempos se vino a llamar urbanismo de género. El gobierno de Colau quiere que sus medidas en torno al mantenimiento y definición del espacio público tengan muy en cuenta los efectos que pueden tener sobre el bienestar de las mujeres. Y los claroscuros y la inquietud que generan de ningún modo son un problema exclusivo del Raval. También suponen inconvenientes cotidianos en los barrios de Sant Gervasí, Galvany, El Putxet, Tres Torres... así como en las zonas limítrofes de la ciudad, en los barrios del Bon
el Besòs, Verneda... El camino hacia muchas facultades a través de la parte alta de la avenida Diagonal está flanqueado por setos, arbustos y árboles cuyas sombras se tornan fantasmagóricas una vez se encienden las farolas de toda la vida. La propia asociación de vecinos y comerciantes de la Diagonal denunció en numerosas ocasiones la sensación de inseguridad que esta circunstancia transmitía ¿nunca les asustaron los ojos de un gato? Al parecer, aseguró el concejal Badia, la tecnología led permite adaptarse y responder mucho mejor a las cambiantes características del espacio público. Los led son dispositivos electrónicos de reducido tamaño. Pueden durar mucho tiempo porque no presentan ni filamentos ni gases internos. Los trabajadores municipales que llevaron a cabo ayer los primeros trabajos de este plan municipal se encontraron con que las nuevas farolas no encajaban en los viejos soportes del barrio de Sarrià, pero no tuvieron problemas en limarlas todo lo que hizo falta.
El plan renove de bombillas también permitirá modernizar las envejecidas instalaciones de muchas calles del Eixample. Porque si uno acostumbra a caminar por Viladomat, Calàbria, Rosselló... y también por Pau Claris, Roger de Llúria, Bruc... no puede evitar preguntarse por qué algunas manzanas resplandecen y otras se sumen en las sombras. Aquí, a ratos, la sensación que se transmite es de dejadez. Son cuestiones que influyen hasta en la afluencia de público a los comercios, a que muchos tenderos e inmobiliarios acaben hablando de aceras buenas y de aceras malas.
A la hora de determinar el orden de las calles en las que intervenir los técnicos municipales dieron prioridad a aquellas que padecen problemas de luminosidad, pero también a aquellas otras cuyas instalaciones son anteriores al año 1976, registran continúas y repetitivas averías y encima molestan a los árboles, no les dejan crecer con libertad. ¿Y qué ocurre en el parque de la Barceloneta? La penumbra de este espacio frente al mar invita a numerosos turistas de escaso presupuesto a dormir allí durante las noches de verano. Algunos incluso instalan tiendas de campaña. Y tras los mochileros siempre acuden muchos ladrones al despiste de habilidades extraordinarias. El alumbrado público no es el único factor que determina estas circunstancias, pero influye en todas ellas.