Dramaturgia triunfal
Ariadna Gil y Lluís Homar, mejores intérpretes del año
Julio Manrique se alza con los premios Butaca al mejor montaje y al mejor director por su trabajo en la obra L’ànec salvatge, de Henrik Ibsen, puesta en escena en el Lliure.
Los premios Butaca celebraron anoche su 23.º edición con una ceremonia fuertemente reivindicativa a favor de la igualdad de las mujeres en el ámbito teatral, para la que aún queda camino, como advirtieron muchos de los ganadores y de los encargados de entregar los galardones. Especial énfasis se hizo en la necesidad de incrementar la presencia de directoras en una gala que tuvo lugar en el Mercat de les Flors y que coronó a Julio Manrique y su emocionante montaje de L’ànec salvatge de Ibsen –que se vio la temporada pasada en el Teatre Lliure– como grandes ganadores del año: mejor montaje teatral y mejor director, además de mejor escenografía para Lluc Castells.
Pero sin duda uno de los más emocionantes momentos momentos de la velada le correspondió al gran actor Josep Maria Flotats, que recibió el Premio Butaca Honorífico Anna Lizaran. Flotats dijo que recibía un premio que “no me hace ilusión, me hace feliz pero considero injusto recibir el premio que lleva el nombre de una de nuestras más grandes actrices que hoy tendría que estar aquí porque era más joven que yo y comprenderéis que esté emocionado por eso”. Visiblemente emocionado.
La ceremonia repartió mucho sus premios y Jane Eyre, dirigida por Carme Portaceli, se llevó dos: Ariadna Gil como mejor actriz y Abel Folk como mejor actor de reparto. Lluís Homar fue el mejor intérprete por su enorme Ricard III y la producción de la joven compañía La Calòrica Fairfly, una ácida crítica a la burbuja del emprendimiento, logró el premio al mejor espectáculo de pequeño formato y al mejor texto teatral para Joan Yago. Birdie, de Agrupación señor Serrano, fue premio a las nuevas dramaturgias y Sweet tyranny, de Pere Faura, al mejor montaje de danza. Donde sí se concentraron los premios fue en los Butaca al teatro musical. Scaramouche, de Dagoll Dagom, arrasó, con seis: mejor musical, actor y actriz –Ivan Labanda y Ana San Martín– vestuario –Montse Amenós–, caracterización –Eva Fernández– y composición musical, para Albert Guinovart.