Patricia Bullrich
MINISTRA DE SEGURIDAD ARGENTINA
La policía argentina acabó el sábado con la vida del activista mapuche Rafael Nahuel, que protestaba por un desalojo, el mismo día del velatorio de Santiago Maldonado, que también podría haber muerto a manos de las fuerzas del orden.
El presidente argentino, Mauricio Macri, había conseguido superar la crisis por la desaparición y muerte del activista mapuche Santiago Maldonado, pero a menudo el destino ofrece coincidencias inverosímiles. Tras una larga autopsia, los restos de Maldonado eran finalmente velados el sábado por su familia en la localidad bonaerense de 25 de Mayo, a la misma hora que la policía mataba de un disparo a otro activista mapuche, Rafael Nahuel, cerca de la ciudad patagónica de Bariloche.
Nahuel tenía 22 años y se enfrentaba a fuerzas policiales con orden de desalojar a un grupo de mapuches instalados en una área boscosa del parque nacional Nahuel Huapi cercana a Villa Mascardi. La autopsia confirmó ayer que la bala mortal era de 9 milímetros, munición que usa el grupo Albatros, el equipo de élite de la Prefectura Naval, cuatro de cuyos miembros participaron en el enfrentamiento.
La Prefectura, cuerpo de guardacostas que también tiene bajo su jurisdicción los extensos lagos patagónicos y sus áreas cercanas, alega que los manifestantes arrojaron piedras pero luego dispararon con armas de fuego, ante lo cual los agentes pidieron autorización para usar munición letal en lugar de la de fogueo. Una bala mató a Nahuel y dos más hirieron a otros dos activistas, ya fuera de peligro. El grupo mapuche niega haber usado armas de fuego y acusa a la Prefectura de “fusilamiento”.
“Llevamos adelante una acción legal y legítima, totalmente enmarcada en la ley”, dijo ayer la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendiendo la acción policial. “Estamos en una situación frente a grupos violentos, que no respetan la ley, que no reconocen a la Argentina y que no reconocen el Estado”, añadió.
Bullrich fue cuestionada durante toda la crisis de Maldonado, donde también defendió a ultranza la actuación de Gendarmería Nacional. No obstante, en el caso Maldonado, la reacción del Gobierno fue tardía y tibia ante la desaparición del joven de 28 años el 1 de agosto durante el desalojo de la ruta 40, la misma carretera que discurre por Villa Mascardi, aunque en aquel caso los incidentes sucedieron unos 300 kilómetros más al sur.
El kirchnerismo y organismos de derechos humanos acusaron al Gobierno de matar y hacer desaparecer a Maldonado. Hubo manifestaciones y el tema monopolizó la campaña para las legislativas del 22 de octubre. Finalmente, el cadáver fue hallado el 17 de octubre en el río Chubut, donde algunos testigos lo habían visto por última vez cuando huía de los gendarmes.
La autopsia descartó signos de violencia, señaló que el cuerpo estuvo siempre en el agua y oficializó que el joven murió por “ahogamiento” e “hipotermia”. Santiago no sabía nadar. Pero su muerte, como la de Nahuel, fue consecuencia de un enfrentamiento con la policía.
Nahuel, de 22 años, protestaba contra el desalojo de un grupo activista de un parque nacional