El aspirante del PSC destaca sus mayores opciones de forjar pactos
lisión con el Estado: “Con los votos que recoja mi candidatura no va a ser investido ningún candidato independentista”, quiso reiterar en Madrid. Y adoptó otro compromiso relevante al rechazar posibles bloqueos tras el 21-D, pese a las insinuaciones de Xavier García Albiol: “En lo que de mí dependa, no habrá repetición de las elecciones”, zanjó. El objetivo, destacó Iceta, será “traducir el resultado electoral en una fórmula de gobierno lo más estable posible”. En este sentido, subrayó que el PSC “es el partido que más posibilidades tiene de tejer complicidades y alianzas en el Parlament”.
Iceta no quiso hacer explícito un veto a investir a Inés Arrimadas, pero sí admitió su convicción de que él es el único presidente constitucionalista que puede haber en Catalunya. “Ya sé que es un poco presuntuoso, pero eso creo yo. Estoy dispuesto a contemplar otras posibilidades, no digo que no, pero teniendo una tan buena…”, bromeó en alusión a su propia candidatura.
Y demostró tener ya muy estudiada, en todo caso, la posibilidad de convertirse efectivamente en president de la Generalitat. “Yo ejerceré la presidencia de forma muy distinta a la que se ha ejercido hasta ahora”, anunció. Así, explicó que su objetivo será dedicarse “fundamentalmente” a reconstruir todo lo que a su juicio dejó muy dañado el proceso independentista. Y citó la división interna, la debilidad económica, la reputación y la imagen de Catalunya... “A mí me van a ver mucho más por Madrid, voy a tener que ir a Bruselas y a las capitales europeas, y a Pekín de vez en cuando”, explicó, asumiendo “un esfuerzo muy específico” en dicho sentido. “Y voy a necesitar un conseller en cap capaz de gestionar el día a día del gobierno”, desveló. “Nuestro esquema de gobierno se ha de ajustar a esas necesidades”.
Pero aseguró que no tiene en la cabeza quién sería dicho conseller en cap de amplios poderes porque, insistió, su designación “convendría asociarla con la decisión de aquellos que se comprometan con la investidura”. Y resaltó su capacidad de forjar acuerdos y entendimientos entre diferentes, como acaba de demostrar al confeccionar las listas del PSC con exdirigentes de Unió. “Yo tengo que hacer lo que sé hacer, y es poner a gente de acuerdo para poner en marcha un país”. Sobre sus opciones de éxito, rememoró un viejo dicho universitario: “Catedrático es quien de cinco votos tiene tres”. E insistió en sus posibilidades: “President de la Generalitat será quien obtenga una mayoría en el Parlament. Y yo creo que estoy en mejores condiciones de obtener esa mayoría que otros”.
El secretario de organización del PSC, Salvador Illa, y la número dos de la lista por Barcelona, Eva Granados, avanzaron a su vez las grandes líneas de la campaña de los socialistas catalanes, en la que está previsto que se vuelquen diversos dirigentes del PSOE, si bien Iceta remarcó el carácter presidencialista de la misma porque “quien quiere ser president soy yo”.
El propio Sánchez participará en seis actos, que tendrán lugar los dos fines de semana de campaña en Tarragona, Maresme, Lleida, Girona y dos veces en Barcelona. También arrimarán el hombro el presidente extremeño Guillermo Fernández Vara, la balear Francina Armengol o el secretario de organización de Ferraz, José Luis Ábalos. El exministro Josep Borrell tendrá actos compartidos y propios, y el cierre de campaña en Cornellà contará con el presidente cántabro Miguel Ángel Revilla. El PSC ha aumentado un 21% el presupuesto de esta campaña, hasta los 1,7 millones de euros.
LA ESTRATEGIA DE ICETA “Tengo que hacer lo que sé hacer: poner a gente de acuerdo para poner en marcha un país”