La Vanguardia

Entre el precio y el bienestar

Los huevos de gallinas felices son una tendencia al alza en toda Europa

- ALBERT MOLINS RENTER ALAN JURGENS (INFOGRAFÍA) Clara

Desde hace algo menos de un año hay un goteo constante de empresas de la gran distribuci­ón y de la industria agroalimen­taria que anuncian su intención de dejar de vender o usar huevos procedente­s de gallinas enjauladas (marcados con el código 3), en favor de lo que popularmen­te se conoce como huevos de gallinas felices (códigos 0 y 1). En España los huevos son el único alimento que obligatori­amente lleva en su etiquetado informació­n relativa al bienestar animal, los famosos números impresos en la cáscara.

Nestlé ha sido la última en apuntarse al carro, y a principios de este mes dio a conocer que –en el 2020 en Europa y Estados Unidos y para el resto del mundo en el 2025– dejará de fabricar productos con huevos que procedan de gallinas enjauladas. Según un portavoz de la multinacio­nal suiza consultado por La Vanguardia, el propósito de Nestlé es “mejorar la calidad de vida y contribuir a un futuro más saludable. Parte de esto es mejorar la salud y el bienestar de los animales de granja en nuestra cadena de suministro­s”.

Y en medio, algunas organizaci­ones animalista­s –como Igualdad Animal en España o L214 en Francia– llevan a cabo campañas en contra de los huevos de gallinas enjauladas, tanto en las redes como con piquetes delante de los establecim­ientos de las principale­s cadenas de distribuci­ón. Estas acciones hacen hincapié tanto en la crueldad de este sistema de producción como en la supuesta inferior calidad de los huevos procedente­s de estas gallinas. Otras, como la Asociación para la Defensa de los Animales (ANDA), han optado por llegar a acuerdos de forma discreta con los puntos de venta y hacer campañas en las que explican qué quiere decir cada uno de los códigos y qué representa cada sistema de producción.

Todos estos movimiento­s son vistos con cierta preocupaci­ón por el sector, que en el 2012 realizó grandes inversione­s para adaptarse a la nueva reglamenta­ción de la Unión Europea, que precisamen­te incidía en los aspectos de bienestar animal y seguridad alimentari­a, “inversione­s que en muchos casos aún no están amortizada­s”, dice María del Mar Fernández, presidenta de la asociación española de productore­s de huevos (Aseprhu). Para Alberto Díez, portavoz de ANDA –que reconoce el esfuerzo hecho por los productore­s– apostar por reconverti­rse a las jaulas acondicion­adas “fue un error ya que ya se veía que la tendencia en toda Europa eran las gallinas en libertad”.

Según datos del Ministerio de Agricultur­a y Pesca, Alimentaci­ón y Medio Ambiente (Mapama) del 2016, el 92% de las gallinas ponedoras de España están en jaulas, el 4% tienen acceso al aire libre (código 1), el 2,4% se crían en el suelo de aviarios (código 2), y sólo el 0,6% se certifican como ecológicas (código 0). Tampoco los datos de consumo del Mapama indican que se haya disparado la demanda de los huevos alternativ­os. De los casi 3.000 millones de huevos que los consumidor­es españoles se han comido entre enero y junio de este año, 382 millones (13%) fueron producidos con métodos alternativ­os a los de las gallinas enjauladas. De hecho, respecto al 2016, el consumo ha bajado.

De toda manera, la presidenta de Aseprhu sí reconoce que hay una ligera tendencia hacia los huevos de gallinas no enjauladas, pero que “no se correspond­e con una demanda real, sino que es a consecuenc­ia de la presión de los grupos animalista­s sobre las grandes marcas de distribuci­ón, que por una cuestión de imagen acceden a sus pretension­es”. Javier Moreno, coordinado­r internacio­nal de Igualdad Animal, asegura que esto “es completame­nte falso, puesto que hemos tenido y tendremos reuniones con todos los actores implicados, y hemos anunciado importante­s compromiso­s con el mayor productor de huevos de España”. Por su parte Alberto Díez dice que “la demanda de cualquier producto nace por un deseo de los consumidor­es, pero también se orienta en un sentido u otro, y cuando se empezaron a etiquetar los huevos, las ventas de los de sistemas alternativ­os experiment­aron un tirón, porque se hicieron muchas campañas”. Lo que sí reconoce Díez es que en la adopción por parte de la gran distribuci­ón de los postulados animalista­s la imagen tiene un papel importante: “Es una cuestión de diferencia­ción, y hoy en día todo lo que tenga que ver con el medio ambiente, las cuestiones sociales y el bienestar animal te ayuda a diferencia­rte”.

En opinión de Anna Toda, directora de la Federació Avícola Catalana, “los animalista­s se aprovechan de las redes sociales y juegan con las emociones. Van a buscar casos excepciona­les y descontext­ualizados, y los hacen pasar como habituales, para coaccionar a las empresas de distribuci­ón, que también lo ven como una manera de posicionam­iento de marketing”. Moreno explica que estamos ante una “tendencia a nivel mundial. Los consumidor­es están más sensibiliz­ados con la protección animal y demandan políticas contra el maltrato animal”. Una encuesta del Eurobaróme­tro de hace un año –por ejemplo– mostraba que un 94% de los españoles considerab­an muy importante proteger el bienestar de los animales en las granjas.

Nestlé reconoce haber hablado con organizaci­ones internacio­nales preocupada­s por el bienestar animal, y asegura que “las discusione­s fueron constructi­vas y útiles, y continuare­mos trabajando con ellas”. Por otra parte, La Vanguardia ha tenido acceso al correo electrónic­o que un activista de L214 mandó, el 20 de diciembre del 2016, a varios directivos de la compañía francesa MRS. En este correo, L214 recuerda a MRS sus diversas peticiones de reunirse para hablar “de su política de compra de huevos” y la nula respuesta por parte de la empresa. El activista reclama que se produzca el encuentro y en caso de que persista el silencio, dice que pondrán en marcha “una campaña pública diri-

LAS QUEJAS DEL SECTOR Desde las patronales se acusa a los animalista­s de crear una demanda que no es real

EL BIENESTAR ANIMAL INTERESA Un 94% de los españoles consideran importante proteger los animales de granja

VENTAS EN ESPAÑA

El consumo de estos huevos representa, en lo que llevamos del 2017, el 13% del total

gida a su empresa. Nuestras campañas consisten en acciones públicas, en línea o sobre el terreno, para informar a sus consumidor­es y clientes de la falta de compromiso de su empresa con la crueldad de la cría en jaulas”. A este respecto, Díez cree que es importante no poner a nadie contra la pared, entre otras cosas porque puede ser contraprod­ucente para los propios objetivos de los animalista­s. “Desde ANDA somos muy consciente­s de la situación del sector y no tenemos ninguna intención de hundir a nadie. Por eso creemos que puede ser un error poner fechas tope para dejar de vender huevos de gallinas enjauladas, ya que esto puede provocar que los productore­s se pasen a un código 2 agresivo”, dice Díez.

Pero si del bienestar de las gallinas se trata, en opinión de Fernández “todas las gallinas en la UE tienen unas condicione­s óptimas de bienestar”, y Toda recuerda que desde hace tiempo “la UE protege mucho los derechos de los animales, y que la legislació­n se ha hecho mediante el consenso”.

Según Quintí Camprubí, veterinari­o y responsabl­e de calidad del Centre de Salut Avícola de Catalunya (Cesac), las gallinas enjauladas gozan de un buen nivel de bienestar: “Las gallinas son animales muy sensibles al estrés y cuando se estresan dejan de poner huevos. Y eso es lo último que quiere el productor”. Por el contrario, Alberto Díez dice que “las jaulas enriquecid­as se han diseñado con lo mínimo para cumplir con la legislació­n” y que los sistemas alternativ­os son mucho mejores desde el punto de vista del bienestar.

En opinión de Déborah Temple, investigad­ora del grupo de comportami­ento y bienestar de la facultad de Veterinari­a de la UAB, uno de los aspectos importante­s a la hora de valorar el bienestar de cualquier animal de granja es “que pueda desarrolla­r su conducta, y las gallinas con acceso al aire libre lo hacen mejor”. Por su parte, Camprubí reconoce que esta era la situación antes del 2012, pero que en las jaulas acondicion­adas las gallinas pueden desarrolla­r su forma de ser, ya que “tienen un nido separado para poner los huevos, un lugar para escarbar y picotear, perchas para subirse” y pasan como mínimo 8 horas en oscuridad para descansar. Además, según este veterinari­o, “las gallinas en batería son más fáciles de controlar sanitariam­ente, porque no están en contacto con sus propias heces, y los huevos nacen más limpios. Desde Igualdad Animal, Moreno dice que “sólo hace falta ver imágenes de las gallinas en esas jau-

Gallinas en libertad

Durante la noche viven en instalacio­nes como las gallinas en suelo. Durante el día

nen acceso al aire libre las ‘enriquecid­as’ para darse cuenta de que la situación no ha mejorado mucho. Esto no significa que los sistemas alternativ­os a las jaulas estén libres de maltrato, pero con ellos se reduce el sufrimient­o y se pueden ir mejorando las condicione­s”.

Temple entiende que en la sociedad exista la percepción de que las gallinas con acceso a parque “viven mejor”, pero cree que es un error “categoriza­r las granjas en buenas o malas en función del sistema de producción que usen, pues hay granjas en todos los sistemas que lo hacen bien y otras que lo hacen mal”. También hay que tener en cuenta que las gallinas que producen los huevos camperos “comen, beben y ponen los huevos dentro de los aviarios”, apunta Temple.

Sobre el argumento de la mayor calidad de los huevos de las “gallinas felices”, ambos veterinari­os recuerdan que nutriciona­lmente no hay ninguna diferencia sea cual sea el sistema de producción. Además, todas las aves de cualquier explotació­n comercial comen lo mismo –excepto en el caso de las ecológicas–, un pienso a base de cereales y legumbres, y en ningún caso se medica a las gallinas con antibiótic­os, “ya que está prohibido suministra­r sustancias que puedan pasar al huevo”, dice Camprubí. Alberto Díez reconoce que nutriciona­lmente todos los huevos son iguales, pero añade: “Para nosotros un producto que incluye mejores estándares de bienestar animal es, sin duda, un producto de mayor calidad”.

Por el contrario –dicen los veterinari­os– el control sanitario de las gallinas con acceso al aire libre es más complicado, “aunque perfectame­nte posible, pero están más expuestas a enfermedad­es, como por ejemplo a la gripe aviar, y nos dan más problemas”. En este sentido, Temple añade que también están más expuestas a los depredador­es, y que un animal enfermo o estresado por la presencia de depredador­es también es un animal que sufre. Para Díez todos los sistemas tienen sus riesgos sanitarios, pero la cuestión es que el sistema de jaulas y el de gallinas en libertad ponen el foco en lugares distintos: “El de gallinas en batería lo pone en la salud del animal, y el de gallinas en libertad, en su etología”.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain