Pisarello propone una “conjura” para relanzar la marca Barcelona
El primer teniente de alcalde reconoce que la economía de la ciudad ha sufrido a causa del contexto político
La economía barcelonesa ha sufrido a consecuencia de la inestabilidad en la que se encuentra la política catalana desde hace meses. La marcha de empresas afincadas en la capital catalana, la caída de las reservas hoteleras y la disminución de las ventas en el comercio son realidades que no se pueden ocultar. Ayer el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, Gerardo Pisarello, reconoció que todos estos factores están pasando factura a la economía de la ciudad. Por ello, en su intervención en el foro Barcelona Tribuna, organizado por la sociedad Amics del País, La Vanguardia y la Asociación Española de Directivos, hizo un llamamiento a empresarios, universidades y al mundo asociativo para “conjurarse” con la administración local para “potenciar, promover y relanzar la imagen y la marca Barcelona”.
Presentado por el director general de la Fundación Bancaria La Caixa, Jaume Giró, que glosó la figura del político de Tucumán, hijo de un represaliado político asesinado por la dictadura militar argentino, el número dos del Ayuntamiento defendió la necesidad de tejer una alianza de ciudad para recuperar la reputación de Barcelona. Explicó que junto con los socialistas –antes de que fueran destituidos del gobierno municipal– se estaba redactando un plan de impulso de la marca Barcelona que incluye la creación de un consejo asesor que dinamice su imagen y potencie la atracción y proyección internacional de la capital catalana. Esta iniciativa, garantizó Pisarello, saldrá adelante a pesar de la salida del gobierno del PSC. De este modo, el teniente de alcalde insinuó su intención de dar continuidad a las políticas de promoción económica que el Ayuntamiento ha desarrollado en el último año y medio, que marcaron un antes y un después de su relación con el mundo empresarial.
Con todo, Pisarello aconsejó huir del “alarmismo y de las profecías autocomplacientes”, instó a repensar la colaboración públicoprivada para reactivar la economía y, sin mencionar en ningún momento la derrota en la carrera por la sede de la Agencia Europea del Medicamento, anunció para hoy una reunión en el Parc de Recerca Biomèdica encaminada a buscar complicidades con el sector de la innovación y la investigación. También citó como ejemplos de esta colaboración con el sector privado el operador mixto de vivienda que en breve debería ponerse en marcha en el área metropolitana.
Según Pisarello, Barcelona dispone de muchos elementos que le permitirán superar este bache. Mencionó su potente tejido productivo y su importante ecosistema científico, combinado con su condición de “ciudad abierta y de acogida, con una fuerte personalidad cultura, bien conectada con el mundo y que, pese a las dificultades, tiene un nivel de cohesión social envidiable”.
Sobre la cuestión catalana, que ocupó gran parte de la conferencia, el segundo de Ada Colau reivindicó el pensamiento político de Maragall para reconstruir el contrato social y territorial ahora roto. Propuso un nuevo pacto que, en su opinión, no debe pasar “ni por el unitarismo ni por el independentismo exprés”, sino por un “catalanismo transversal, no independentista, de una Catalunya dispuesta a construir una España plurinacional”. En este sentido, quiso huir de la imagen equidistante que se atribuye a los comunes y aseguró que la posición que su partido ha adoptado es la que demandan muchos ciudadanos en desacuerdo con la aplicación del artículo 155 y también con la proclamación de una república catalana sin consenso político ni apoyo social suficiente. “Huimos de la política de bloques”, sentenció.
El primer teniente de alcalde alertó de un grave riesgo de regresión “antiilustrada y antiliberal” que está suscitando desconcierto e incertidumbre en la economía y en la sociedad. Reclamó nuevos acuerdos que permitan poner en práctica una economía estable y plural que combata la desigualdad y la pobreza, así como un modelo territorial diferente. También apremió a no quedarse estancados debatiendo sobre la reforma constitucional, cuando hay proyectos de financiación, de infraestructuras –mencionó la Sagrera y el corredor mediterráneo– que tan sólo requieren acuerdos políticos y que mejorarían considerablemente la vida de los ciudadanos.
Sobre la estabilidad municipal una vez roto el pacto de gobierno con el PSC, Pisarello dijo que después del 21-D los acuerdos volverán a ser posibles. sin concretar si estos se materializarán con el PDECat o con ERC.