La revolución del inodoro
China invierte más de 2.500 millones de euros en un plan trienal para mejorar los baños públicos
Ir a los aseos públicos ha sido, desde siempre, una necesidad temida tanto por los extranjeros que viven en China como por los turistas que visitan el país. Su suciedad, hedor y condiciones primitivas permanecen como un recuerdo imborrable en la memoria de quienes han tenido que recurrir a ellos. El presidente Xi Jinping se ha propuesto, sin embargo, acabar con esta imagen negativa del gigante asiático y ha lanzado al país a una revolución del inodoro con los objetivos de mejorar el nivel de vida de la población y potenciar el turismo. El líder de la segunda potencia mundial considera que un país que ha mejorado drásticamente su nivel económico, como es el caso de China, debe prestar más atención a las condiciones de vida de su población, especialmente la que habita en ámbitos rurales.
Las autoridades del gigante asiático se afanan en mejorar las condiciones de los baños públicos desde el año 2015, cuando Xi Jinping ordenó lanzar un plan de tres años para situar los aseos chinos en los estándares internacionales. Razón no le faltaba. Desde que asumió el poder, a finales del 2012, se ha dedicado a recorrer el país y a preguntar a la población acerca de las condiciones de los inodoros que utilizan. Las respuestas que recibía eran inquietantes y le impulsaron a ordenar la implantación de unos sanitarios decentes.
Y es que en algunas zonas rurales, los inodoros no son más que pequeños refugios improvisados con un agujero en el suelo, a veces protegidos entre cuatro paredes de madera, otras incluso por altos matorrales.
En otros casos, muchos baños públicos antiguos chinos no son más que una hilera de pozos o una zanja comunal separada por paredes bajas, sin puertas ni privacidad, y mucho menos jabón o papel higiénico. Para subsanar esta situación Pekín ordenó la mejora de los sanitarios del país en el 2015. El Gobierno aportó para ello más de 125 millones de euros y las autoridades locales alrededor de 2.550 millones de euros.
El resultado de esta inversión no se ha hecho esperar. Hasta el pasado mes de octubre se han renovado más de 68.000 retretes públicos y la mayoría de las atracciones turísticas del país han adecentado sus baños, señalaron a la agencia Xinhua los responsables de la Administración Nacional de Turismo de China.
No obstante, las autoridades del gigante asiático no están satisfechas con los resultados. “En comparación con el rápido crecimiento de la industria turística y la creciente demanda de la gente de un vida mejor, el desarrollo [de la instalación de inodoros] es desequilibrado e inadecuado. Se necesita con urgencia otro programa de tres años”, ha señalado Li Jinzao, director de la Administración Nacional de Turismo de China.
En este sentido, Pekín ya ha trazado los nuevos objetivos. A finales de la semana los responsables turísticos chinos ya avanzaron sus planes para construir y mejorar un total de 64.000 retretes más entre los años 2018 y 2020, como parte de un proyecto bautizado como Avance permanente de la revolución del inodoro.
Un iniciativa que cuenta con el apoyo de Xi, que considera esta idea fundamental para construir una sociedad más civilizada. “La cuestión del retrete no es poca cosa, es un aspecto importante de la construcción de zonas rurales y ciudades civilizadas”, ha subrayado el presidente chino en un articulo en la primera página del Diario del Pueblo, el órgano oficial del Partido Comunista de China. “Esta tarea debe ser una parte concreta de la estrategia de avance de la revitalización de nuestro país y debemos hacer un gran esfuerzo para paliar estas deficiencias que afectan a la calidad de la vida de las masas”, ha señalado el líder comunista.
Habrá que ver, sin embargo, si las reformas de esta revolución del inodoro alcanzan los mínimos niveles de higiene y el uso de los baños públicos deja de considerarse un sacrificio menor tanto para locales como para extranjeros.
La modernización de los retretes forma parte del plan de Xi para mejorar el nivel de vida de los chinos