PNV y PP mantienen la entente y aprobarán las cuentas vascas
Urkullu y el PSE suman a los populares tras aceptar una rebaja fiscal
Pacto fiscal, cuentas vascas y un obstáculo menos de cara a una negociación presupuestaria entre PNV y PP en Madrid. El puzle político tiene una pieza más colocada después de que el Gobierno de Iñigo Urkullu y los populares vascos firmaran ayer el acuerdo por el que reeditarán la fórmula que ya supuso la aprobación de los presupuestos de la comunidad de este año. La repetición de la alianza estuvo precedida por una reforma fiscal de PNV y PSE que después sumó al PP tras incluir la rebaja del impuesto de sociedades.
“Estabilidad política” fue la expresión más repetida por los dirigentes de los tres partidos una vez que se confirmó un acuerdo que estaba al caer. La coalición entre nacionalistas y PSE que gobierna en Vitoria se comprometió a aceptar modificaciones de los populares en las cuentas por valor de apenas 30 millones de euros sobre los 11.486 que se prevén, una cifra similar a la que permitió también la abstención del PP en la votación de las cuentas del 2017. El proceso se repetirá.
El acuerdo presupuestario quedó encarrilado el martes, cuando los populares firmaron una reforma fiscal que PNV y PSE orientaron precisamente a lograr su apoyo. En primer lugar, los dos partidos cedieron a una demanda habitual del PP: la rebaja del impuesto de sociedades. En concreto, y para las grandes empresas, este descenderá en dos años del actual 28% al 24%, convirtiéndose, por un punto porcentual, en el más bajo del Estado.
El otro frente vital de la negociación era el impuesto sobre la renta, un escollo que se solventó con el compromiso de los tres partidos de hacer una revisión del IRPF actual con vistas al 2020, una medida relacionada particularmente con las rentas medias y bajas. Para Álava, ese cambio se aplicará desde el año que viene con medidas impulsadas por el PP como el aumento de un 20% en la deducción por compra de vivienda para los menores de 30 años.
“La estabilidad que aportan estos acuerdos –destacó ayer el lehendakari Urkullu– es nuestro bien común: garantizan los servicios públicos y los recursos para la reactivación económica”. Frente al acercamiento PNV-PP, en la sede peneuvista insisten en desvincular los pactos de una negociación presupuestaria en Madrid una vez que se celebren las elecciones catalanas del 21-D y se retire el 155. “Veremos qué sucede y cómo se gestiona”, repiten dentro del partido. Por otro lado, también PSE y PP se felicitaron por unos acuerdos en Euskadi que, defendieron, permiten recaudar “suficientemente” para sostener los servicios públicos, ya que “sube el tipo impositivo mínimo”.
Sin embargo, la izquierda abertzale y Podemos fueron contundentes en su crítica a unas cuentas que calificaron de “catástrofe”. EH Bildu censuró el peso del PP en las políticas económicas de un territorio donde es la última fuerza en representación y consideró que el PNV “se ancla a España en lo político, económico y social”. El secretario general de Sortu, Arnaldo Otegi, fue más allá y relacionó el “chantaje económico” en Catalunya a través del “cambio de sede social de empresas” con el ocurrido en el territorio mediante la rebaja del impuesto de sociedades. “Quizás se ha amenazado con que alguna empresa iba a dejar de pagar sus impuestos aquí”, explicó en referencia al apoyo del PSE a la medida. “La única consecuencia es que los empresarios van a pagar menos”, censuró.