Ellas caminan menos
El análisis de los pasos contados por los móviles evidencia un menor nivel de actividad entre las mujeres
El análisis de los pasos contados por los móviles de cientos de miles de personas en todo el mundo realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) se ha saldado con dos descubrimientos interesantes. El primero, la brecha de género: en casi todos los países del mundo las mujeres caminan menos que los hombres. El segundo, que mientras en países con poca obesidad la mayoría de personas da un número bastante similar de pasos al día, en las sociedades con mayor porcentaje de obesos existe una brecha entre quienes caminan mucho y quienes no lo hacen, y se pueden distinguir “ricos” y “pobres” en pasos. “La desigualdad en el número de pasos es mejor predictor de la prevalencia de obesidad en una población que el volumen de actividad promedio”, resumen los autores del estudio, que relacionan esa desigualdad con la menor actividad de las mujeres.
¿Y por qué ellas caminan menos? “Sólo podemos especular, pero creemos que esta brecha de género en los niveles de actividad puede estar relacionada con la seguridad de las mujeres, con la participación femenina en el mundo laboral y, en algunos casos –como en países de Oriente Medio–, con razones culturales, puesto que las mujeres no tienen tanta libertad de movimiento” como los hombres, explica el investigador Tim Althoff, primer autor del artículo, en una entrevista por correo electrónico.
Y enfatiza que el estudio revela que el nivel de actividad de las mujeres tiene mucho que ver con la transitabilidad del entorno, de modo que en las ciudades y barrios más propicios y seguros para los viandantes todos, pero en especial las mujeres, caminan más. “Los vecindarios transitables se asociaron con una menor brecha de género en la actividad, y también con una menor desigualdad entre ricos y pobres en pasos en general”, detalla Althoff. Un ejemplo es Suecia, donde se constata una de las brechas más pequeñas entre ricos y pobres en pasos y entre los niveles de actividad masculinos y femeninos, coincidiendo además con una de las tasas más bajas de obesidad. En cambio, Estados Unidos, con un alto porcentaje de obesos, es el cuarto país con mayor desigualdad entre “ricos” y “pobres” en actividad y el quinto con mayor brecha de género en número de pasos.
Althoff subraya que analizar los pasos que registran los móviles no es baladí porque dan idea de la actividad física regular que realiza una persona, y si las mujeres registran menos se debería trabajar para reducir esa brecha e introducir cambios en los entornos urbanos que faciliten su movilidad. “Caminar es un pilar crucial para la salud porque la actividad física regular reduce el riesgo de enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares, diabetes, hipertensión, cáncer de colon, cáncer de mama y depresión, y es crucial para el equilibrio energético y el control de peso”, afirma.
La brecha de género se vincula con la seguridad del entorno; en los vecindarios más transitables, se reduce