Banco de pruebas para Argentina
No hay que olvidar que la conferencia es también el banco de pruebas para el presidente argentino, Mauricio Macri, que pretende con esta vitrina al mundo consolidar su programa económico liberal. De hecho, ha intensificado en los últimos meses contactos con la Alianza del Pacífico, el tratado comercial que agrupa a los países de América Latina más abiertos al comercio internacional, para transmitir una imagen de una economía comprometida con los intercambios internacionales. Sin embargo, las polémicas que suelen acompañar esta conferencia (desde la célebre reunión de Seattle de 1999) tampoco han faltado en esta ocasión. En concreto, la Casa Rosada prohibió a alrededor de 60 activistas de oenegés extranjeras su participación en la ronda ministerial. “Los organismos gubernamentales involucrados en las distintas instancias de autorización de ingreso al país y a la conferencia han identificado que algunas organizaciones no tenían voluntad contributiva sino más bien disruptiva respecto de su participación en la conferencia, y por tanto se ha resuelto no permitir el ingreso”, explicaron desde el Gobierno de Macri. El Ejecutivo, en su defensa, destaca que “ya se han acreditado más de 650 miembros de oenegés, número que casi triplica los miembros de oenegés que participaron en las últimas cuatro conferencias ministeriales”.