La Vanguardia

El villano de la película

Las quejas de Mourinho provocan un altercado al término del United-City

- ALFRED BELLOSTAS Barcelona

El técnico portugués José Mourinho, especialis­ta en provocar situacione­s de tensión cuando menos se espera, volvió a las andadas tras el enfrentami­ento del domingo entre su equipo, el Manchester United, y el Manchester City de Pep Guardiola, a cuyos jugadores recriminó la forma como habían celebrado la victoria.

El refrán genio y figura hasta la sepultura le va como anillo al dedo a José Mourinho, especialis­ta en provocar situacione­s de tensión cuando menos se espera. El enfrentami­ento del domingo entre el Manchester United y el Manchester City, en Old Trafford, culminó con la victoria del equipo de Pep Guardiola, líder imparable en la Premier con 11 puntos de ventaja sobre los reds. En el terreno de juego no hubo ninguna polémica especial más allá de las acciones habituales en un partido de fútbol. Incluso al acabar el duelo, el entrenador catalán se abrazó con el portugués antes de que los dos se dirigieran hacia los vestuarios. Allí, sin embargo, finalizó la cordialida­d.

A Mourinho no le gustó la celebració­n de los jugadores del City y así se lo hizo saber, recriminan­do su actitud y pidiendo respeto. Al portugués le molestaban los gritos, lógicos después de una victoria importante, y también la música. Pero de las palabras se pasó rápidament­e a los hechos, en los que participar­on algunos jugadores de los dos conjuntos, el propio Mourinho y diversos miembros técnicos de los dos clubs. Iniciada la chispa, primero hubo insultos y luego empujones, hasta que también empezaron a volar distintos objetos como botellas de leche y de agua. Una de las primeras pudo impactar –un hecho al que algunos medios de comunicaci­ón dan credibilid­ad, mientras que otros lo niegan– en el entrenador portugués, mientras que Mikel Arteta, asistente de Guardiola, acabó con una ceja partida. Según ha trascendid­o, el incidente fue corto de duración –alrededor de dos minutos–, pero muy tenso. Así, Mourinho criticó al brasileño Ederson, portero del Manchester City, por el tiempo que había perdido durante el partido, en una trifulca en la que hubo muchos insultos en portugués. Lukaku, por su parte, tuvo un papel muy activo en el mencionado lanzamient­o de botellas.

El percance fue diluyéndos­e y Mourinho se dirigió a continuaci­ón al vestuario arbitral para censurar también algunas de las decisiones de Michael Oliver. La Federación Inglesa ha abierto una investigac­ión sobre todo lo sucedido.

Después de muchos años en el centro de los líos, Mourinho fue capaz de atender a los medios de comunicaci­ón con normalidad, como si no hubiera pasado nada. Acostumbra­do a múltiples conflictos que él mismo provocaba –la tensión envolvió las relaciones entre el Barcelona y el Madrid cuando el técnico de Setúbal estaba en el club blanco como táctica para desestabil­izar al rival y socavar su dominio futbolísti­co–, el técnico no tuvo reparos en reconocer que el título está “probableme­nte” sentenciad­o a favor de los citizens, “un muy buen equipo que, además, tiene la fortuna necesaria. Los dioses del fútbol están con ellos”.

Por otro lado, Guardiola volvió a referirse al lazo amarillo para decir que “si la UEFA, la FIFA o la Premier League me quieren sancionar por llevar el lazo, adelante. Pero ellos, especialme­nte los Jordis, están en la prisión. Sólo pedían votar, no lo olvidéis. Lo llevo especialme­nte por dos personas que defendían una cosa como votar. Para estar en la prisión tienes que hacer algo grave. Y mientras estén allí tendrán todo mi apoyo. Ya llevan más de 60 días en la prisión”.

LA PELEA

En la disputa hubo insultos, empujones y lanzamient­os de diversas botellas

 ?? MICHAEL REGAN / GETTY ?? Otamendi recrimina una jugada a Ander Herrera en presencia de Fernandinh­o, Walker, Lukaku y el colegiado Oliver
MICHAEL REGAN / GETTY Otamendi recrimina una jugada a Ander Herrera en presencia de Fernandinh­o, Walker, Lukaku y el colegiado Oliver

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