“El nuevo Govern ha de recuperar una agenda social olvidada”
La presidenta de la Federació d’Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB), Anna Menéndez, advierte que el proceso se utiliza para esconder los recortes sociales.
¿Hasta qué punto la situación política de los últimos meses afecta negativamente a la convivencia?
Hemos observado un deterioro de la convivencia en muchos barrios. Sobre todo dificultad de mantener un diálogo sobre cuestiones políticas que ha generado fracturas en círculos de amigos, familias y puestos de trabajo. En algunos barrios se han producido caceroladas contestadas con himnos, una mayor presencia de grupos ultras y explosión de banderas contrapuestas en los balcones. Tenemos que recuperar el diálogo, reconstruir una voluntad común para avanzar en la mejora de las condiciones de vida, de aceptar la diversidad como elementos de una catalanidad integradora.
¿El enfrentamiento entre los gobiernos catalán y español ha provocado una desatención de las necesidades ciudadanas?
Sí. Los dos gobiernos se han instalado en la dinámica de la culpabilización del contrario para ocultar la corrupción endémica que descompone sus partidos –PP y CiU transmutada en PDECat– por una parte, y por otra la distracción de las graves consecuencias de unas políticas comunes de recortes salvajes que han situado nuestro país en la cola de Europa.
¿Cómo valora la actitud del Ayuntamiento de Barcelona en este conflicto?
El Ayuntamiento ha sido sometido a una fuerte presión que no siempre ha facilitado la mejor respuesta. La ruptura entre BComú y PSC es un efecto de esta situación y una respuesta hace más difícil la articulación de futuras alianzas. La política municipal ha sido demasiado mediatizada por la política general y tenemos que exigir a todos los grupos una responsabilidadqueamenudonohantenido.
¿Cuál tiene que ser la prioridad del Govern que se forme después de estas elecciones?
La recuperación de la convivencia y el abandono de los discursos de la confrontación en la esfera política y social, y el abordar las reformas necesarias para la celebración de un referéndum pactado, que reclama un 80% de la sociedad catalana. Y además, la reparación de la crisis, con políticas de vivienda pública que den respuesta a la crisis habitacional; el impulso de políticas de empleo para recuperar el contrato social del trabajo digno y que atiendan la brecha juvenil y femenina; la reversión de las políticas sanitarias de los últimos siete años, que han comportado un grave deterioro del sistema sanitario; la recuperación y aumento de la inversión en educación, básico para la cohesión social y la igualdad de oportunidades; la reforma del sistema fiscal, que nos permita una justicia redistributiva... En definitiva, la recuperación de una agenda social desaparecida desde comienzos de la crisis.