Ciudades con futuro
Por encargo de la Agència Catalana de Turisme, un comité de expertos formado por profesionales de diferentes ámbitos ha otorgado los distintivos de Ciutats i Viles amb Caràcter a ocho poblaciones catalanas: Lleida, Tarragona, Girona, Terrassa, Reus, Vilafranca del Penedès, Tortosa y Vic. Esta consideración quiere poner en valor el patrimonio de Catalunya –más allá de Barcelona– y promocionar ciudades medias con una fuerte personalidad, que combinan la cultura, el arte, la historia, la gastronomía, la arquitectura y la innovación, y ofrecen al visitante una experiencia completa.
Para ser una ciudad con carácter la candidata debe cumplir determinados requisitos: destacar en el patrimonio, las tradiciones y festividades, la gastronomía tradicional, el arte y el mundo de la creación (donde afloren nuevas corrientes y tendencias), y cualquier otro carácter que la defina y diferencie del resto, como el deporte.
Las escogidas deben ser capitales de comarca o tener una población comprendida entre 10.000 y 50.000 habitantes, y poseer como mínimo tres bienes culturales de interés nacional. También deben tener vocación turística, infraestructuras y servicios, como alojamiento y restauración (preferiblemente de cocina catalana y productos de proximidad), una oficina de turismo con atención mínima en tres idiomas, una web turística y señalización dentro de la ciudad.
Finalmente, deben tener vocación de futuro, estar orientadas a la sostenibilidad y a la innovación, potenciar la recogida selectiva de basuras; incentivar la investigación, el desarrollo y la innovación; disponer de una sede electrónica municipal para hacer trámites, y tener equipamientos orientados a mejorar la vida de los ciudadanos: espacios verdes, comercio de proximidad, una red de transporte público, plazas de aparcamiento en el centro, bibliotecas, instalaciones deportivas, centros sanitarios...
Las ciudades que consigan la distinción entrarán a formar parte de un plan de promoción específico de la Agència Catalana de Turisme y serán promocionadas con la finalidad de atraer el turismo cultural y posicionar Catalunya como un destino de referencia en el sector.
La idea no me parece mal. Pero si Catalunya tiene 98 poblaciones medianas de entre 10.000 y 50.000 habitantes (incluidas las 42 capitales de comarca), es evidente que algún día todas podrán obtener el preciado distintivo de Ciutats i Viles amb Caràcter. No creo que ninguna de ellas pretenda quedar marginada o reniegue de su personalidad específica, de su hecho diferencial, de su legado histórico, cultural y turístico o de sus prohombres e hijos más ilustres; ni que quiera renunciar a las ventajas del progreso, la innovación, la tecnología o un futuro sostenible. Todas las poblaciones, incluso las más pequeñas, tienen su carácter.
Ninguna población renuncia a su legado histórico, cultural o turístico ni al hecho diferencial