Trump quiere que EE.UU. vuelva a la Luna como trampolín a Marte
A Donald Trump la Tierra se le queda pequeña. Así que ayer se rodeó de astronautas y sólo le faltó que Buzz Lightyear saliera de Toy Story y dijera su célebre “hasta el infinito y más allá”.
De momento, el presidente de Estados Unidos se conforma con regresar a la Luna. Si los chinos trabajan con enviar humanos al satélite de la Tierra, Trump no puede ser menos, y ayer anunció su proyecto de volver a la Luna, adonde no va un norteamericano desde 1972, con intenciones de avanzar en la exploración aeroespacial, cambiando el objetivo de centrarse en el estudio terrestre.
Evocando a Neil Armstrong, el primero que pisó ese satélite en 1969, el presidente estadounidense afirmó: “Esto es un gran paso hacia el futuro, reclamando el orgulloso destino americano en el espacio. Esto tiene mucho que ver con otras aplicaciones, incluida la militar”, afirmó en una ceremonia celebrada en la Casa Blanca. “Somos los líderes y vamos a seguir siéndolo”, dijo.
Sin embargo, el Gobierno no ofreció detalle alguno de cómo la NASA obtendrá la financiación o si programas en marcha se recortarán para pagar esta iniciativa. Según la agencia, los fondos para esta nueva misión serían incluidos en las peticiones del presupuesto para el año fiscal 2019. Los expertos señalaron que, sin establecer una financiación, la directiva lunar tiene más bien poco contenido o sólo retórico. Desde que retiraron el programa del transbordador espacial, EE.UU. ha confiado en cohetes rusos.
“Esta vez no sólo vamos a plantar nuestra bandera y a dejar nuestra huella, sino que vamos a establecer las raíces para un eventual viaje a Marte”, proclamó Trump, cosa que ya prometió su antecesor, Barack Obama.
A la ceremonia asistieron, además de Christina Koch y Peggy Wilson, astronautas en activo, los históricos Buzz Aldrin –compañero de Armstrong en aquella navegación pionera– y Harrison Jack Smith, el último de los que pisaron la Luna con el Apollo 17 y que en su trayecto recogió una roca de 3.800 años de antigüedad.
“Jack fue de los últimos y hoy afirmamos que no será el último”, insistió Trump. “Esta directiva garantiza el programa espacial americano una vez más e inspira a la humanidad”, remarcó.
Tras alardear de que “nuestros antepasados” se adentraron en lo desconocido y descubrieron el Nuevo Mundo, el presidente estadounidense señaló: “El espíritu pionero siempre nos ha definido y estamos cogiéndolo de nuevo en muchos otros terrenos”.