De José a Antonio hay un largo trecho

El Chelsea de Antonio Conte, para bien y para mal, no tiene nada que ver con el de Mourinho. Para bien porque juega un fútbol más vistoso y positivo, que le permitió ganar de calle el título la temporada pasada. Para mal, porque carece de ese carácter bronco y rocoso que lo hacía tan incómodo para los rivales, entre ellos el Barça. Los blues, terceros en la liga a catorce puntos del City, han claudicado en el intento de renovar al título nada más comenzar la temporada. En realidad, perdieron sus aspiraciones en los despachos antes de que comenzara a rodar el balón, al prescindir de los servicios del delantero centro Diego Costa, y del centrocampista defensivo Nemanja Matic (vendido al Manchester United). Ninguno de ellos se entendió con Conte, y el italiano no perdona. Pero ambos daban solidez y firmeza al equipo, que sin ellos es mucho más blando y vulnerable. Tampoco contribuyen a la estabilidad en Stamford Bridge las luchas por el poder dentro de la directiva, la resistencia de Eden Hazard (el Messi del Chelsea) a firmar un nuevo contrato por si el Madrid tira la casa por la ventana para ficharlo, y los persistentes rumores de que Conte contempla el regreso a Italia. El actual Chelsea no es como el de Mou, que esperaba el fallo del rival para adelantarse en el marcador, y una vez que lo lograba era muy difícil de batir. La versión 2017-2018 es irregular, tiene sus días buenos y días malos como el sábado pasado contra el West Ham, y es mejor atacando que defendiendo. Morata, Pedro, Willian y el propio Hazard tienen gol en sus botas y constituyen un peligro para cualquiera, pero el centro del campo es más flojo que aquel que tuvo varios enfrentamientos épicos con el Barcelona. Courtois es un portero excelente y seguro. La retaguardia, sin embargo, echa en falta enormemente al excapitán John Terry. La Roma les pasó por encima tanto en el Olímpico como en Londres, donde jugó para ganar. Los aficionados parecen haberse olvidado por fin de Mourinho, y dedican cánticos a Antonio, Antonio en agradecimiento por la liga del año pasado. Pero este año su esperanza de gloria se limita a la Champions.