La Eurocámara advierte a Londres que no puede dar marcha atrás
Las palabras del negociador británico del Brexit, David Davis, sugiriendo que los compromisos firmados la semana pasada por Theresa May en Bruselas no eran más que una declaración de intenciones han endurecido la posición de la Unión Europea, que mañana debería dar luz verde al paso a la segunda fase de las negociaciones.
“No aceptaremos que se dé marcha atrás” sobre los temas pactados, que pronto “se van a traducir en un acuerdo de salida jurídicamente vinculante”, advirtió ayer el negociador europeo del Brexit, Michel Barnier, ante el pleno del Parlamento Europeo, que aprobó por aplastante mayoría que ha habido “progresos suficientes” sobre los tres puntos clave del divorcio (factura de salida, derechos ciudadanos y la frontera norirlandesa) y es posible por tanto avanzar en el resto de temas. A raíz de las palabras de Davis, el texto incluye una advertencia a Londres sobre la necesidad de ceñirse a los consensos ya alcanzados.
El visto bueno de la Eurocámara será necesario para que los acuerdos finales del Brexit puedan entrar en vigor y ayer Barnier buscó su complicidad pidiéndoles que “permanezcan vigilantes” ante cualquier amago del Gobierno británico de desdecirse de sus compromisos. También Davis ha hecho gestos para apaciguar a las instituciones europeas y el martes telefoneó a Guy Verhofstadt, portavoz de la Eurocámara para el Brexit. “Me aseguró que no es en absoluto su intención ni la del Gobierno británico retractarse de sus compromisos”, afirmó Verhofstadt, que dejó caer que dada la situación política británica no puede “fiarse de su palabra”.
El borrador de conclusiones del Consejo Europeo que hoy se inicia en Bruselas también se ha endurecido. El texto puntualiza ahora que hasta marzo las conversaciones se centrarán en las condiciones del periodo transitorio de dos años solicitado por Londres y que sólo después se podrá hablar a fondo del contenido del futuro comercial. Los líderes, molestos con la indefinición de May, le pedirán “más claridad” sobre el tipo de relación que desea mantener y acordarán ir preparando su propia posición, que sólo oficializarán en la cumbre de marzo. En la práctica esto significa que sólo se negociará sobre comercio desde mediados de abril.