El PIB catalán se ralentiza a la mitad en el último trimestre
Guindos recorta las previsiones desde el 0,9% hasta el 0,4% El Banco de España rebaja también el ritmo español del 2018
El ministro de Economía, Luis de Guindos, avanzó ayer que en el cuarto trimestre de este año la economía catalana se está desacelerando hasta reducir su ritmo de crecimiento a la mitad y quedarse en un “0,4% o 0,5%”. Sin embargo, Guindos volvió a mostrar su confianza en que la tensión política se vaya reconduciendo de forma paulatina y no acabe teniendo un impacto significativo en la actividad de los próximos meses. De momento, señaló, la desaceleración sufrida en Catalunya no afecta al ritmo de crecimiento del PIB español, que se mantiene en el entorno del 3%.
El ministro mostró su confianza en que la normalidad regresará y Catalunya será de nuevo un “motor” de la economía española y registrará un crecimiento por encima de la media. “No tengan la más mínima duda de que España en los próximos dos o tres ejercicios mantendrá una velocidad de crucero de entre un 2,5% y un 3%, y saldremos definitivamente de la crisis”, afirmó. A mediados de octubre, el Gobierno de Mariano Rajoy comunicó a Bruselas que recortaba la previsión del PIB para el 2018 del 2,6% al 2,3%, precisamente por la crisis con Catalunya.
En todo caso, la factura de la crisis catalana ya aparece reflejada en las previsiones macroeconómicas del Banco de España. El supervisor decidió rebajar ayer en una décima sus proyecciones de crecimiento del PIB para el 2018 y el 2019, y dejarlas en un 2,4% y 2,1%, respectivamente. El ligero enfriamiento de las perspectivas sobre la evolución de la economía el próximo año está vinculado en buena medida a la incertidumbre política. Estas estimaciones –apuntaron desde el Banco de España– parten de considerar como supuesto más probable que el conflicto institucional “remitirá” en el primer semestre del 2018.
Como señalan en el informe, la revisión a la baja conlleva tener en cuenta el escenario “más benigno” que dibujaron en noviembre sobre el impacto de la incertidumbre por Catalunya, con una caída del PIB de tres décimas hasta el 2019.
Desde el Banco de España señalan además que el riesgo a la baja relacionado con la cuestión catalana se ha visto “parcialmente” compensado por el efecto positivo sobre la evolución de las exportaciones, en concreto a la zona euro. De todas formas, el organismo que dirige Luis María Linde advierte de que el impacto final en la economía dependerá de “la magnitud y la persistencia de las tensiones políticas”. En pocas palabras, defienden que si se produce un “alivio” como “el que ha comenzado a percibirse en las últimas semanas” –califican como tal la aplicación del artículo 155, convocatoria de elecciones–, podrían mejorarán sus expectativas para el periodo 2018-2019. Pero en el caso de que haya un “rebrote de las tensiones” a principios de año, las decisiones de inversión de las empresas y de consumo de las familias corren el riesgo de verse afectadas de forma mucho más pronunciada. La horquilla presentada en noviembre por el organismo supervisor sobre el impacto de esta crisis suponía hasta una caída acumulada de 2,5 puntos del PIB en dos años.
Aparte del “condicionante adicional” de Catalunya, el Banco de España advierte de los riesgos a la baja que comportan “las elevadas valoraciones alcanzadas por algunos activos financieros”, las dificultades en la reducción de los equilibrios de la economía china y las consecuencias del Brexit. En comparación con las estimaciones publicadas en septiembre, mejora levemente la creación de empleo y la inflación media del 2018, y el 2019 alcanzará el 1,5% (dos décimas más) y el 1,4%, respectivamente. El informe recuerda también que la expansión de la economía se seguirá apoyando en la demanda nacional, aunque de forma más moderada. Al tiempo, el sector exterior seguirá contribuyendo de forma positiva, pero decreciente, al PIB.
Además, en sus primeras proyecciones sobre el 2020, el Banco de España apuesta por un desempeño muy similar al del 2019 y dibuja un ritmo de crecimiento del 2,1%, mientras que se espera que la tasa de paro a finales de ese año alcance el 10,7%.
UNA DÉCIMA MENOS
El supervisor calcula que la actividad subirá un 2,4% el próximo año y un 2,1% en el 2019
INCERTIDUMBRE
El Banco de España opta por un impacto “benigno”, de tres décimas hasta el 2019