Puigdemont prevé aplicar la república “con todos sus efectos”
El expresident insinúa a ‘La Vanguardia’ que se decanta por no volver antes de las elecciones
Carles Puigdemont aseguró ayer que si gana las elecciones se compromete a “desplegar la república con todos sus efectos” y afirmó que “la gestión de esta victoria se hace en Bruselas”.
“La tendencia que no cambie este fin de semana ya no cambiará”. La sentencia de un veterano jefe de campaña catalán explica el aumento de las últimas horas en el tono de los candidatos y que se prolongará hasta el martes. Lo que queda por delante es una cuenta atrás a cara de perro entre rivales, con tres formaciones políticas en un puño peleando por la victoria en todas las encuestas. La última entrega de la
Catalan Wars se estrenó ayer y va más allá de las elecciones del próximo jueves. Porque la batalla definitiva arrancará la noche del 21 con los resultados en la mano y la incógnita sobre cómo formar gobierno.
Carles Puigdemont subió ayer la apuesta y da por hecho que una victoria de su candidatura no sólo le permitiría volver a Catalunya, sino que el haber vencido desde Bruselas supone la enésima internacionalización del conflicto, que, a su juicio, daría más oportunidades para “desplegar la república con todos sus efectos”. Al Puigdemont online pero omnipresente se sumó ayer en el mitin central de campaña Jordi Sànchez, con un expeditivo mensaje de voz desde Soto del Real con ataques a los constitucionalistas.
El president cesado enarbolaba ayer con más fuerza la bandera del voto útil contra el “155 premium” de los partidos constitucionalistas, pero volvía a entrar en colisión con ERC, con el que se disputa no sólo la victoria, sino una hipotética investidura. Si Puigdemont dice que el voto de los catalanes lo harán volver de Bruselas, en ERC sostienen que si son la fuerza más votada y Oriol Junqueras es president, “será un factor que se podrá emplear en el régimen penitenciario”.
Los republicanos no sólo han reforzado el perfil de Junqueras en esta campaña sino que explotan, frente a la lista del president, el objetivo de poner en marcha “un Govern fuerte” con un partido fuerte y “garantía de que “se hará república”. Las “lecciones del proceso” llevaron ayer a Marta Rovira a descartar fijar calendarios para avanzar hacia la independencia efectiva, que supeditó al resultado del 21-D y a la reacción del Estado y a un proceso de diálogo. Y aunque se elude el cuerpo a cuerpo con la lista de Junts per Catalunya, las espadas están en alto y las estrategias siguen enfrentadas. Es el propio Junqueras quien hoy en La Vanguardia recomienda a Puigdemont seguir tra- bajando para “aumentar la mayoría social del independentismo”.
No obstante, el enemigo que batir es Inés Arrimadas, que se mantiene al margen de polémicas, hasta el punto de que desdeña las “ocurrencias diarias” de Miquel Iceta. De hecho, lo que busca Arrimadas es colarse en los feudos socialistas del área metropolitana, donde las encuestas internas sitúan un mayor trasvase de votos, y ayer los buscó en Santa Coloma de Gramenet esgrimiendo el espantajo del tripartito. El crecimiento de Ciudadanos se basa en la provincia de Barcelona, por lo que el porcentaje de votos que necesitan para materializar los escaños es superior.
Arrimadas es hoy el principal problema del PSC, que vuelve a contar con Pedro Sánchez para estabilizar la situación frente a la formación naranja. Iceta es el candidato que más ha arriesgado en los últimos días levantando ampollas incluso en el PSOE con su propuesta de indultos si hay condenas para los independentistas presos y ayer admitió que se trataba de una iniciativa “prematura”. Hasta Mariano Rajoy le recordó desde Bruselas que el Gobierno ha hecho un uso muy restrictivo de los indultos.
Por el contrario, la presión sobre los comunes comenzará el viernes. Catalunya en Comú ha dado aire a su campaña en los dos últimos días con Ada Colau y Jean-Luc Mélenchon, y hoy con Pablo Iglesias y Alberto Garzón. El único objetivo es ser decisivos, así que Xavier Domènech sigue desplegando sus condiciones. Nada de apoyar un Govern ERC-JxCat y demandas claras en políticas sociales. De hecho, Colau sostiene que un ejecutivo de izquierdas “aún es posible”.
Otra guerra es la del PP. Albiol contó ayer con el apoyo de Adolfo Suárez Illana para contraponer la figura de su padre, el “demócrata Suárez”, con Puigdemont, a quien acusó de actuar como un “dictador de un país subdesarrollado”. Las descalificaciones del candidato del PP resonaron en el Saló del Tinell, donde los populares sostienen que “empezó todo, ese sectarismo que nos ha llevado adonde estamos”, en referencia al acuerdo del primer gobierno tripartito de la Generalitat, por el que PSC, ERC e ICV se
comprometían a no pactar con los populares. El problema es que el propio Albiol asume en público que quedar por detrás de la CUP sería un “descrédito”.
El intento de salvar al PP en Catalunya arranca hoy con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría haciendo doblete en Lleida y Girona, las provincias donde los populares tienen la representación en juego, y María Dolores de Cospedal en Barcelona con la segunda incursión del ex primer ministro socialista Manuel Valls, tras su cita con Iceta y el coloquio que protagonizará junto a Inés Arrimadas. Además, Álvaro Nadal estará en Tarragona. Mariano Rajoy iniciará mañana su
stage de campaña, que concluirá el mismo martes.
El presidente del Gobierno quiere evitar la imagen de perdedor de estas elecciones, así que maneja el 155 con mano firme hasta el último Consejo de Ministros antes de las elecciones. Adiós al plan de expansión de la Agència Tributària Catalana y al Diplocat. La intervención seguirá hasta que haya un nuevo Govern en Catalunya y se abra “una nueva etapa”.
HOJA DE RUTA PENDIENTE
ERC condiciona el calendario de la independencia al resultado del jueves
UN INVITADO, TRES CANDIDATOS
Ciudadanos, PSC y PP se han repartido el apoyo de Manuel Valls en actos de campaña