La violencia que no cesa.
Nueva jornada sangrienta de protestas contra la intervención de Trump
Unos policías israelíes se acercan a un palestino al que han disparado y herido de muerte en el asentamiento de Bet El. El joven, que llevaba un cuchillo y un cinturón explosivo, había apuñalado a un agente.
Las tropas israelíes acabaron ayer con la vida de cuatro palestinos e hirieron a más de 200 en la última jornada de la segunda semana de protestas por la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
La mayoría de las víctimas se registraron en la franja de Gaza, donde miles de palestinos se congregaron para lanzar piedras y cócteles molotov a soldados israelíes por encima de la valla fortificada. Ibrahim Abou Thouraya, uno de los dos muertos en las protestas de Gaza, de 29 años, iba en silla de ruedas porque tenía las dos piernas amputadas. Según el Ministerio de Sanidad palestino, en los choques violentos de Gaza resultaron heridos 164 palestinos, cinco de ellos graves, y otros cien fueron atendidos por los efectos de gases lacrimógenos.
Las otras dos muertes tuvieron lugar en Cisjordania, donde hubo 103 heridos junto a Jerusalén Este. La primera muerte fue en las afueras de Ramala: Mohamed Aqal, de 29 años, apuñaló a un policía de fronteras israelí –con heridas superficiales– y fue abatido. Luego fue trasladado al hospital, donde terminó muriendo. Aqal llevaba un dispositivo alrededor a la cintura que parecía un cinturón de explosivos, pero la policía israelí todavía no ha confirmado que fuera real. También abatieron a otro joven de 24 años por heridas de balas en Anata, entre Jerusalén y Cisjordania.
Diferentes actores palestinos, incluyendo al partido del presidente Mahmud Abas, Al Fatah, así como Hamas, habían declarado ayer otro día de la ira para protestar por la decisión de Trump de trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén. La de ayer, después del rezo de los viernes, fue la jornada más sangrienta desde que el presidente estadounidense decidió aparcar cuatro décadas de diplomacia internacional respecto a uno de los puntos más sensibles del conflicto. Desde el anuncio, ocho palestinos han muerto en las protestas.
El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, tiene previsto un viaje a Oriente Medio la próxima semana, pero los líderes palestinos han cancelado sus reuniones con él, así como la visita a Belén. Pence, un cristiano devoto que llevó el apoyo de los evangélicos a la campaña de Trump, es uno de los que más le ha influenciado para que tomase la polémica decisión.
Uno de los fallecidos apuñaló a un policía israelí y llevaba lo que parecía un cinturón de explosivos