La Vanguardia

Salvador Sunyer

- BÀRBARA JULBE Girona

DIRECTOR DE TEMPORADA ALTA

El festival Temporada Alta, que dirige Salvador Sunyer, concluyó el pasado fin de semana tras dos meses de programaci­ón artística con una ocupación media del 90,5 por ciento y un total de 52.753 espectador­es.

El festival Temporada Alta, que concluyó el pasado fin de semana tras dos meses de programaci­ón artística, cerró con una ocupación media del 90,5% y un total de 52.753 espectador­es. Ha habido menos ocupación que el año anterior (que alcanzó el 96,31%) pero más público: 5.000 personas más han pasado por las 94 propuestas programada­s, de las cuales 48 eran estrenos.

El festival ha ido “asquerosam­ente bien” teniendo en cuenta que han tenido que hacer frente a la “edición más difícil” por los retrasos en el cobro de la administra­ción y la situación política, según explicó su director, Salvador Sunyer, quien advirtió que la viabilidad de Temporada Alta está pendiente de un recurso sobre el pago de 1,4 millones de euros en concepto de IVA aplicado a subvencion­es que le reclama Hacienda, con el que se pretende esquivar el aval exigido.

Sunyer está convencido de que saldrán “adelante” y, de hecho, la empresa productora, Bitò, ya trabaja en la planificac­ión de la próxima edición del festival de artes escénicas. Pero, según Sunyer, la edición 2018 “no está asegurada” y “todo pende de un hilo”, ya que la productora no puede abonar el dinero ni avalar esa cantidad como condición indispensa­ble para acudir a los tribunales.

En la presentaci­ón del balance de la 26.ª edición, el director de la cita expuso que “toda la vida” se había considerad­o que las ayudas de la administra­ción estaban exentas del IVA y que sólo se tenía que justificar que todo el dinero recibido se invertía. “No hubo una sola pega en 25 años. El dinero se ha invertido en espectácul­os”, justificó. Ahora, sin embargo, se le exige a Sunyer el IVA de las subvencion­es de los últimos cuatro años .

Reclamar la concesión de una exención del aval con el argumento de que “no se trata de un fraude, sino que han cambiado la interpreta­ción” en cuanto a la tributació­n de las subvencion­es, es la única vía que tiene Bitò para mantener activo el festival. La apelación se tramitará la semana que viene porque la fecha máxima para recurrir es el próximo 5 de enero. La productora, por otra parte, mantiene conversaci­ones con alguna fundación para determinar si se podría afrontar el pago de esta otra forma.

Pese a estar marcada por la inestabili­dad política, Sunyer recalcó que la política no ha afectado la venta de localidade­s, aunque sí ha reducido la venta anticipada y ha aumentado las de última hora. Los 52.753 espectador­es que han pasado por el festival procedían de 28 países distintos. El 73% eran de la provincia de Girona.

Un total de 52.753 espectador­es han pasado por el festival, que ha registrado una ocupación del 90,5%

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