Un flechazo inesperado
La conexión entre Messi y Alba ahuyenta los temores por la marcha de Neymar
La marcha de Neymar al PSG ha dejado un hueco en el once del Barça que ha permitido aflorar la conexión entre Leo Messi y Jordi Alba, que ha conquistado el lateral izquierdo dando pie a provechosas combinaciones con el astro argentino, hasta el punto de que Ernesto Valverde ha optado por reservar al de Cornellà en los partidos que Messi no ha jugado para así mantener a la dupla en forma.
En su momento hizo temblar los cimientos del Camp Nou, pero el paso del tiempo ha demostrado que la marcha de Neymar al PSG no resulta tan traumática como aparentaba. Al margen de los más de 200 millones ingresados por el club, en el terreno de juego el vacío en el flanco izquierdo ha sido conquistado satisfactoriamente por Jordi Alba, convertido en un factor de ataque determinante gracias a una perfecta sintonía con Messi. El canal de comunicación táctico establecido entre el catalán y el argentino ha producido esta temporada cinco goles y numerosas aproximaciones a las porterías rivales.
“Las conexiones entre Jordi Alba y Messi son un seguro de vida para el equipo. Es una de nuestras armas y la utilizamos bien. Se entienden bien en ataque y las llegadas de Jordi son tan inesperadas por el rival que nos ayudan mucho”, expuso Ernesto Valverde el domingo después de la victoria en Villarreal. En El Madrigal la sociedad no creó goles, aunque Messi recibió dos buenos pases que culminó con remates ligeramente desviados.
En cuanto el lateral avanza por el carril, Messi se adentra en el área y activa todos los sentidos para el remate sobre la marcha con el interior del pie izquierdo. “Siempre que puedo busco a Leo porque mete casi todas”, explicó. Cuando es el argentino quien busca un pase definitivo, con frecuencia es Alba quien se ofrece con velocidad por la banda. Así llegó, por ejemplo, el gol del empate en el campo del Valencia. Se trata de mecanismos conocidos, estudiados y trabajados por los entrenadores rivales con el objeto de abortarlos, pero la velocidad y el grado de precisión con que se activan los convierte en inevitables. Ni siquiera el Real Madrid pudo evitar el gol del triunfo barcelonista (2-3) en el último minuto en el último clásico, producto de la letal alianza.
Dani Alves se jacta de que ha sido el principal suministrador de goles de Messi. Efectivamente, durante años la combinación de estos dos factores por el flanco derecho fue un gran argumento ofensivo para el Barcelona. Ahora la sintonía ha cambiado de banda por la ausencia de Neymar. La presencia del brasileño en el extremo izquierdo como punto de partida obstaculizaba las incorporaciones de un Jordi Alba que la pasada temporada atravesó momentos de incertidumbre porque Luis Enrique prescindió de él en partidos importantes. No figuró en la remontada contra el PSG en el Camp Nou ni en el partido de cuartos de la Liga de Campeones en el campo del Juventus. Pero en este curso acumula cinco pases definitivos, cuatro servidos a Messi y otro a Luis Suárez.
El lateral ha sabido incorporar a su territorio la parcela liberada por Neymar y ha recobrado la alegría y la confianza. “Ahora tengo todo el flanco y eso es genial para mí. Me siento cómodo, tengo mucha energía y eso se muestra en el campo”, explicó. “Me estoy divirtiendo como hace mucho tiempo que no lo hacía”.
La simbiosis entre Messi y Alba es tal que Ernesto Valverde ha juzgado a los dos futbolistas como un paquete a la hora de adoptar determinadas decisiones. Los dos partidos en los que –de manera sorprendente por los antecedentes– el argentino ha permanecido en el banquillo, también Jordi Alba ha sido suplente. En el campo del Juventus, Leo salió en el minuto 56 en sustitución de Deulofeu y Alba lo hizo en el 82 por Iniesta. Contra el Sporting de Lisboa en el Camp Nou, el atacante ingresó en el 61 y el lateral no llegó a participar. Se da la circunstancia de que Messi no consiguió marcar en estos dos partidos. Tampoco en el único encuentro de Liga que Jordi se ha perdido por lesión, contra el Málaga (2-0). En cambio, el de Rosario anotó cuatro goles contra el Eibar (6-1) en ausencia de su principal aliado.
LA SIMBIOSIS
Las dos veces que Valverde ha dejado al argentino en el banquillo, también el lateral ha sido suplente