El 155 sigue en pie
Un decreto prevé liquidar del todo Diplocat en cuatro meses
El Gobierno central anunció ayer el cierre de la Agència Tributària de Catalunya, así como del Diplocat.
La aplicación por parte del Gobierno del artículo 155 de la Constitución “a unos les pareció muy fuerte y a otros menos fuerte”, admitió ayer Mariano Rajoy desde Bruselas. Al jefe del Ejecutivo español le pareció que su propia decisión fue “proporcional y razonable”, dijo, al tiempo que el Consejo de Ministros acordaba derogar los acuerdos de la Agència Tributària de Catalunya (ATC) para recaudar y gestionar impuestos de titularidad estatal.
“Era absolutamente imposible y absurdo pensar que el Gobierno no hiciera nada cuando alguien decidió declarar la independencia de una parte del territorio nacional. Pero ante una situación excepcional, se tomó una medida excepcional. Y las medidas excepcionales no deben prolongarse en exceso en el tiempo”, aseguró el presidente del Gobierno, y reiteró que el 155 estará en vigor hasta que después del 21-D se forme un nuevo Govern. Su pretensión no es, por tanto, “gobernar la Generalitat”, según resaltó, sino recuperar la ley y la normalidad en Catalunya. “Es evidente que alguna decisión había que tomar –insistió– y creo sinceramente que se tomó una decisión ponderada”.
En aplicación de dicha decisión, el Consejo de Ministros prosiguió entre tanto desde Madrid, un viernes más, desmontando pieza a pieza la obra del Govern de Carles Puigdemont. Según informó Íñigo Méndez de Vigo desde la Moncloa, y desde Barcelona el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, el Consejo aprobó sendos acuerdos para dinamitar algunos de los pilares de las denominadas “estructuras de Estado”. Así, dejó sin efecto la decisión del Govern cesado que permitía a la Agència Tributària centralizar la gestión del pago de los impuestos estatales –IVA, IRPF y sociedades– de todas las empresas públicas, e incluso de las cotizaciones a la Seguridad Social, por un total de unos 4.500 millones de euros. El objetivo, según Millo, es evitar “la burocracia, la inseguridad y una gran confusión” entre los funcionarios y los organismos afectados.
El Gobierno acordó, además, crear un órgano para proceder a la liquidación final en el plazo de cuatro meses del Diplocat. Un organismo que ya quedó suprimido por el 155 porque, a juicio de Millo, “tenía como objetivo la internacionalización del supuesto conflicto” y la promoción del independentismo catalán en el exterior.
Ayer Rajoy animó a los catalanes a acudir a votar el 21-D. La gran conclusión que Rajoy extrae de las encuestas publicadas hasta ayer es que “eso que algunos anunciaban de un masivo apoyo a la independencia de Catalunya es lisa y llanamente una falsedad”. Lo que sí revelan dichos sondeos, según añadió, es que “la irresponsabilidad de algunos ha provocado una enorme división en la sociedad catalana”. Y confió en que el 21-D ponga fin a “una etapa ciertamente nefasta”.
Por otra parte, el presidente admitió su preocupación por que se pueda extender un clima de odio tras el ataque mortal a un ciudadano en Zaragoza que lucía unos tirantes con la bandera española. “Espero que sea la última vez que se produzca una situación tan terrible, y que sobre la persona que ha cometido ese asesinato caiga todo el peso de la ley”, confió. “Sería bueno que muchos hicieran un esfuerzo para intentar que hubiera más mesura (..), porque hay algunos sectores de nuestro país que sin duda alguna no ayudan a nada”, aseguró.
Rajoy celebra que la independencia de Catalunya carezca de un “apoyo masivo”