Ocho años de cárcel para un exministro de Putin por soborno
Un tribunal de Moscú declaró ayer culpable al exministro de Desarrollo Económico ruso Alexéi Uliukáyev, a quien el FSB puso una trampa el año pasado y le sorprendió cogiendo un soborno de dos millones de dólares. Los jueces dictaron que el acto de corrupción merece ocho años de cárcel, aunque algunas informaciones anunciaban ayer que se podría estudiar su excarcelación por sus problemas de salud.
“El tribunal estableció que Uliukáyev cometió el delito de recibir un soborno en el ejercicio de un cargo público”, señala la sentencia, según la lectura que hizo de ella la magistrada Larisa Semiúnova. El fiscal había pedido diez años de prisión, pero los jueces rebajaron la pena atendiendo a circunstancias atenuantes. También ha de pagar una multa de 130 millones de rublos (casi 1,9 millones de euros).
El tribunal considera probado que Uliukáyev exigió un soborno al jefe ejecutivo de la petrolera Rosneft, Ígor Sechin, un hombre del círculo próximo del presidente de Rusia, Vladímir Putin. Al recibir ese dinero, el entonces ministro facilitaría que Rosneft comprara otra petrolera, Bashneft, que iba a ser privatizada por el Gobierno.
El mismo Sechin participó en una operación encubierta el 14 de noviembre del 2016, en la que los servicios de seguridad rusos (FSB) arrestaron a Uliukáyev. El exministro fue a las oficinas de Rosneft invitado por Sechin para discutir varias operaciones de la empresa y, al irse, aceptó una bolsa de regalo de Sechin. La colocó en el maletero de su coche, donde los agentes la encontraron.
Uliukáyev ha negado los cargos, y en su último alegato aseguró que fue una trampa de Sechin, que creía que en la bolsa había unas botellas de licor y que es una locura que alguien pida un soborno a una persona tan poderosa. Sus abogados preparan una apelación. “Esto es injusto”, dijo a los periodistas mientras le llevaban tras la sentencia, esposado, al furgón policial.
Alexéi Uliukáyev ha sido un alto funcionario de confianza en el Gobierno ruso durante el poder de Putin. Antes de ser ministro de Desarrollo Económico, ocupó los cargos de viceministro de Finanzas y subgobernador del banco central.
Este ha sido un juicio histórico, pues es el primer ministro de un gobierno que se enfrenta a una causa criminal en la historia
reciente de Rusia. El caso, además, se ha interpretado en Moscú como una lucha de poder entre los clanes del Kremlin. Uliukáyev era un importante representante del grupo de los tecnócratas liberales del Gobierno, mientras que Sechin es el más importante de los silovikí, los más duros del poder, muchos procedentes de los órganos de seguridad. Alegando sus obligaciones empresariales, Sechin ha evitado dar testimonio ante los jueces, que han aceptado su declaración por escrito, lo que también ha creado sospechas.