El lector expone El problema de los perros sueltos
En fechas recientes y en tierras gallegas, dos mujeres fueron atacadas por perros y quedaron gravemente heridas. De los ataques con daños no tan graves no se sabe nada, ni en Galicia ni en ninguna parte. Pero haberlos, haylos. Y muchos. Los dueños de los perros son los culpables, pero no sólo ellos.
Es tan cotidiano ver en la calle cómo sueltan a los perros para que campen a sus anchas que la mayoría de la gente no se plantea que esté prohibido. Pues lo está, está prohibido que un perro, grande o chico, viejo o joven, peligroso o no, vaya suelto. Pero son unos 5.000.000 perros en España, sus dueños representan demasiados votos, ¿es mejor para las autoridades no recordarles obligaciones?
En los núcleos urbanos es tarea de la policía local. Bastaría con que detuvieran el coche patrulla y bajaran la ventanilla para llamar la atención al dueño que ha soltado a su perro, pero lo hacen rara vez, no es una prioridad y no lo será mientras no lo digan sus jefes. Por un perro que ataca hay mil que no, aunque asusten o molesten cuando los sueltan.
Sólo atienden generalmente las autoridades el caso de los excrementos que afean las calles, que también son prácticamente todos de perros sueltos. Deberían pensarlo alcaldes y concejales de Urbanismo; a lo mejor resulta que entre los que pisan cacas, los que tienen miedo de los perros sueltos y los dueños responsables y respetuosos de perros representamos muchos más votos que esos indolentes que abusan de los primeros e indignan a estos últimos.
PEDRO MORENO NAVARRO
Salteras (Sevilla)