Pollos conectados a internet
Una empresa china pone GPS a aves de corral para controlarlas con el smartphone
La tecnología puede ser de una gran ayuda si se usa bien y con un propósito acorde con lo que esta puede ofrecer. De lo contrario puede hacernos caer en el más absoluto de los ridículos. En China han pensado que era una buena idea aunar avicultura y reconocimiento facial, y así, de los creadores de la internet de la cosas, ahora llega la internet de los bichos.
La tecnología va dirigida a aquellos que viven en urbes y están preocupados por lo que comen
Gracias a la tecnología blockchain desarrollada por la compañía china de tecnología de seguros ZhongAn Online, la gente pronto podrá usar el reconocimiento facial para rastrear pollos criados de forma ecológica –¡que no falte de nada!– que habrán comprado previamente, según informaba días atrás el periódico chino South China Morning Post.
Los futuros compradores también podrán controlar el movimiento de sus aves –al momento–, a través de las pulseras de seguimiento GPS puestas en las patas de los pollos.
Una vez instalado el sistema será posible rastrear el movimiento de las aves y controlar qué tipo de alimento comen. Por norma, los pollos criados en libertad tienen un crecimiento más lento –entre cuatro y seis meses– que los criados en granjas intensivas.
Por su parte, el reconocimiento facial asegurará que cualquier persona que compre una de estas aves podrá ver el pollo desde su teléfono inteligente. Se trata de una tecnología que Google ya usa para identificar mascotas en las fotos de las personas, pero que sin duda, en esta ocasión, se lleva otro nivel.
El proyecto en cuestión se llama GoGoChicken y –según sus impulsores– está pensado para que aquellos que viven en las ciudades, y que cada vez están más preocupados por la salud y su relación con la alimentación, tengan la oportunidad de seguir el ciclo de vida de lo que se van a llevar a la boca. De momento, sólo se han equipado 100.000 pollos con pulseras GPS, pero la compañía con sede en Shanghai planea ponérselas a alrededor de 23 millones de pollos en los próximos tres años, e impulsar la internet de las cosas en las granjas chinas.