Una visita incómoda
El Espanyol recibe en plena crisis al Atlético, un rival tan incómodo como propicio
Análisis del técnico del RCD Espanyol, Quique Sánchez Flores, sobre el equipo contra el que jugará hoy el club blanquiazul: “El Atlético de Madrid se ha convertido en uno de los rivales más fuertes que hay en España y en Europa, y por eso ahora es el mejor para reivindicarnos plantando cara y siendo como él, y salir de esta situación incómoda”.
Admiración, poca. Pero envidia por su situación deportiva y su posicionamiento social y mediático, mucha. Más sana que insana. El Atlético de Madrid pasa por ser, después del Barcelona, el principal rival que puede tener el Espanyol en la Liga. Una enemistad recíproca fundamentada en las buenas relaciones históricas que los colchoneros han tenido con los blaugrana y los españolistas con el rival ciudadano de los madrileños. Filias y fobias cruzadas.
El Atlético es el enemigo deportivo, pero por encima de ello debe ser un ejemplo para el Espanyol, como ayer señaló Quique Sánchez Flores, buen conocedor de aquel modelo y artífice de este. “Que hayan llegado a donde han llegado y que después de muchas decepciones lleven un año sin perder fuera de casa habla mucho de su proyecto –reflexionó el técnico–. Para mí es el proyecto más admirable en España, en el que
deberíamos fijarnos todos. El único que conserva durante seis años el mismo entrenador y mantiene las ganas. Eso es importante. No sorprende que ofrezca el rendimiento que ofrece cuando lo ves cada semana”. Millones de presupuesto al margen, la construcción social y deportiva del Atlético, que también debe compartir espacio con un rival aún más poderoso, debería ser para Sánchez Flores un espejo para el Espanyol.
“El Atlético se ha convertido en uno de los rivales más fuertes que hay en España y en Europa, y por eso ahora es el mejor para reivindicarnos plantando cara y haciéndolo como él. Es una buena ocasión para salir de esta situación incómoda”, prosiguió el técnico. Para ello pidió a los suyos recuperar ese espíritu que demostraron en la visita colchonera de la pasada campaña y que han demostrado esta misma temporada ante rivales de peso como el Valencia. Y, sobre todo, les pidió esa fuerza mental que tiene el rival de esta noche y que le ha permitido rehacerse de las derrotas más dolorosas para reinventarse con orgullo. “Entiendo que hay posibilidades de hacer un buen partido, todo está muy abierto”, proclamó. El técnico también hizo un nuevo llamamiento a la afición. La misma que estalló contra él después de ver cómo su equipo caía en otro duelo decisivo como el del Girona.
En una situación mucho peor que la actual, en pleno descenso a los infiernos de la campaña 2008-2009, el desplazamiento al Calderón fue uno de los más multitudinarios: 1.200 aficionados blanquiazules se desplazaron a Madrid en lo que Renfe denominó el “AVE perico”. El equipo llegó 0-2 al descanso para acabar perdiendo 3-2. El españolismo tampoco desfalleció entonces y siguió apoyando a su equipo, que acabó salvándose. Incluso le sobró un partido.