21-D con vistas a la Grand Place
El ‘Govern legítimo’ de la Generalitat organiza una noche electoral paralela en Bruselas
El trasiego de diputados y candidatos de JxC y el PDECat contrastaba con la ausencia de refuerzos de ERC
La reivindicación de la existencia de un Govern legítimo exiliado en Bélgica dio anoche un paso adelante con la organización de un acto de seguimiento de la jornada electoral en Bruselas presidido por los distintivos de la Generalitat, no utilizados en la ciudad hasta ayer, y por las banderas de Catalunya y la Unión Europea. “Como president del Govern quería felicitar al pueblo de Catalunya por la alta participación”, celebró Puigdemont al filo de la medianoche, cuando compareció –después que todos los demás candidatos– para valorar los resultados electorales. Desde Bruselas, dijo, han velado “por la legitimidad y la continuidad” de la Generalitat.
La escenografía desconcertó a algunos de los periodistas internacionales que acudieron a la convocatoria. “He cubierto muchas noches electorales y nunca he visto nada así. No hay carteles de partidos y están aquí todos juntos aunque se presenten por separado”, se extrañaba un corresponsal. Nada ayer era normal, tampoco en Bruselas. Pero en clave interna, el objetivo era evidente y ha dado frutos en términos electorales para JxC, aunque no para ERC: insistir en el mensaje de la legitimidad del Govern en el exilio y la necesidad de restaurar el ejecutivo depuesto por la aplicación del 155.
El lugar elegido fue el Brussels Square Centre, un moderno centro de congresos con vistas a la Grand Place. Periodistas y simpatizantes siguieron el acto desde la cuarta planta, en una sala presidida por dos grandes pantallas de televisión conectadas a TV3. Los aplausos y vítores de los segundos cuando, con el 34% del voto escrutado, JxC superó a Ciutadans como partido más votado, se tornaron en abucheos cuando este volvió a ponerse a la cabeza del recuento. Entre el público, varios diputados del partido soberanista flamenco N-VA, con el lazo amarillo en la solapa. “Nosotros queremos mayor autonomía para Flandes dentro de un Estado belga confederal, pero hemos puesto los planes en el congelador por ahora”, comentaba, Karl Vanlouwe, del Parlamento de Flandes.
La segunda planta se reservó a los políticos: una sala para Presidència del Govern, otra para JxC y una tercera para ERC. El trasiego de políticos y asesores llegados de Catalunya para apoyar a Puigdemont y los exconsellers Clara Ponsatí y Lluís Puig (candidatos como Aurora Madaula y Francesc de Dalmases, el diputado del PDECat David Bonvehí o el eurodiputado Ramon Tremosa, entre otros) contrastaba con la soledad de los candidatos de Esquerra, los exconsellers Antoni Comín y Meritxell Serret, que no recibieron refuerzos.
La alta participación registrada ayer tuvo también su reflejo en Bruselas. En el 2015, unos 400 catalanes votaron en urna en el Consulado de España en la capital belga; este año han sido más de 700, según Ivan Fox, presidente de la Assemblea Nacional Catalana, que asistió a las votaciones en urna como representante de un partido cuyas siglas prefirió no desvelar. “Todo se ha desarrollado perfectamente, en un ambiente muy distendido”, dijo. En uno de los turnos, descubrieron por qué a veces el cónsul entraba en la sala sin corbata: “Porque llevaba la bandera de España. Me quito el sombrero, de verdad”.