Bruselas plantea mejoras laborales en empresas de la economía colaborativa
La Comisión Europea propuso ayer nuevas normas para mejorar la situación laboral de entre dos y tres millones de empleados que trabajan con contratos no convencionales, en particular en la llamada economía colaborativa. “La economía de hoy necesita contratos laborales flexibles, pero la flexibilidad debe combinarse con una protección mínima”, dijo la comisaria europea de Empleo, Marianne Thyssen. al presentar la propuesta, que actualiza una directiva que data de 1991.
La nueva directiva afecta a los trabajadores más precarios, sobre todo empleados ocasionales (que operan de forma intermitente o bajo demanda), trabajadores domésticos, empleados de plataformas digitales o que trabajan con un sistema de cupones. La reciente sentencia sobre Uber indica la línea que quiere seguir Bruselas.
Así, se propone que el empleador tenga que proporcionar la información sobre las condiciones laborales al trabajador el mismo día en que se incorpora el puesto de trabajo, frente a los 60 días de plazo que dan las reglas actuales, y que sea obligatorio hacerlo en un documento escrito o en formato digital.
Cuando exista una vacante en un puesto más estable dentro de la compañía, el trabajador tendrá derecho a pedir ocuparlo y el empleador estará obligado a dar una respuesta por escrito en un mes (tres meses para pymes) y justificar los motivos en caso de que lo deniegue.
Aquellos empleados que trabajen sólo ciertas horas y bajo demanda deberán ser informados de cuándo se requerirán sus servicios “con un periodo de antelación razonable”, que definirán los estados miembros y agentes sociales.
Además, las nuevas reglas prevén limitar a seis meses el periodo de prueba para todos los empleos, prohibir las cláusulas de exclusividad y limitar las cláusulas de incompatibilidad, salvo en excepciones justificadas.
“Un empleador no puede esperar que un trabajador que sólo trabaja para él ocho horas al mes lo haga de forma exclusiva”, dijo la comisaria.