La economía catalana ya crece menos que la media española
El Banco de España detecta menor aumento de consumo y turismo exterior Advierte que la crisis política puede afectar a empleo y vivienda El conjunto mantiene un ritmo de un 0,8% en el cuarto trimestre
Entre octubre y diciembre la economía ha mantenido el ritmo de crecimiento en un 0,8%, según el Banco de España. Este aumento del PIB –señala–, idéntico al del tercer trimestre del año, refleja “los efectos adversos” de la incertidumbre por la crisis política vivida en Catalunya, que se han visto contrarrestados por la mejora de los registros en los mercados exportadores.
En su último boletín trimestral, el organismo supervisor detalla que el impacto del conflicto institucional de los últimos meses se localiza “especialmente” en Ca-
El informe atribuye la “ralentización” a peores registros en empleo turismo y vivienda
talunya. Aunque advierte de que la información disponible es aún “relativamente escasa”, apunta como los más afectados el consumo privado y el turismo extranjero. En suma, el Banco de España habla de la “aparición de los primeros efectos adversos”, que amenazan con que Catalunya crezca en los meses finales del 2017 a un ritmo “inferior” a la media, “en contraste con el mayor dinamismo de la economía catalana en trimestres precedentes”.
Con datos de octubre y parte de noviembre en la mano, el Banco de España avisa de que “la actividad económica se habría desacelerado en el último tramo del año en Catalunya en mayor medida que en la media de las comunidades autónomas consideradas”. “Esta ralentización –prosigue el informe– se debería, en particular, al peor comportamiento de los indicadores de empleo, turismo y mercado de la vivienda, entre otros”, si se comparan los registros coyunturales obtenidos en Catalunya con el conjunto de España y, sobre todo, con las de las comunidades autónomas de mayor peso económico (en el boletín analizan las diferencias con respecto a Andalucía, la Comunidad Valenciana y Madrid).
De todas formas, los analistas del Banco de España recalcan, como lo han hecho desde que a finales de septiembre advirtieron por primera vez sobre el riesgo para la economía de la crisis catalana, que su “incidencia final” depende de cuánto tiempo y en qué medida se desarrolle este conflicto institucional. Sobre la evolución de la actividad en los últimos tres meses, concluyen que “un alivio del grado de tensión en Catalunya, como el que se percibió durante el mes de noviembre y las primeras semanas de diciembre”, es decir, en el periodo tras la aplicación del artícu- lo 155 de la constitución y la convocatoria de elecciones, puede llevar a que la economía española crezca por encima de lo proyectado hasta ahora.
Si se confirma el avance trimestral de la actividad de un 0,8%, el 2017 se cerrará con un crecimiento del 3,1%, dos décimas menos que el año anterior. Así estaría en línea con las últi- mas previsiones del Banco de España para este año, donde también se señalaba un incremento esperado del 2,4% para el 2018.
Sin embargo, de nuevo alertan de que “un hipotético rebrote de las tensiones en los próximos meses” abre la puerta a “un impacto más pronunciado” sobre las decisiones de consumo e inversión de las empresas “de lo que se infiere
a partir de los datos parciales disponibles”
Por otro lado, al analizar la evolución de los indicadores de incertidumbre de los mercados financieros y relacionada con la situación económica, concluyen que, de mantenerse en las últimas semanas de diciembre los niveles de octubre y noviembre, estarían en consonancia que su escenario “más benigno” sobre la crisis catalana. En él, el Banco de España estimó una pérdida acumulada en el PIB hasta finales del 2019 de 0,3 puntos. Este escenario “asumía un aumento transitorio y acotado de la incertidumbre”, insisten. El supuesto muchísimo más grave eleva la merma de la actividad económica hasta los 2,5 puntos en los próximos dos años.
Sobre la evolución de la actividad económica en España durante el último trimestre de este 2017, el informe destaca que el mantenimiento en el ritmo de crecimiento se continúa apoyando en la demanda nacional, mientras que la demanda externa volverá a contribuir de forma “ligeramente positiva” al PIB.