Roser Capdevila
ILUSTRADORA
La creadora de Les tres bessones y La bruixa avorrida ha recuperado la propiedad de sus personajes tras un largo pleito con la productora Cromosoma, y que ahora ha resuelto a su favor el Tribunal Supremo.
Les tres bessones vuelven a su casa por Navidad. Una sentencia del Tribunal Supremo, hecha pública poco antes de las fiestas, señala que la propiedad de los populares personajes es de la ilustradora Roser Capdevila, que, tras un largo pleito iniciado en el 2013, puede ahora emprender nuevos proyectos.
Así acaba el largo litigio que enfrentaba a Capdevila con la productora Cromosoma por la propiedad industrial de los personajes y de los dominios de internet creados sobre ellas. El Tribunal Supremo ha fallado que Cromosoma no podía inscribir Les tres
bessones como marca, porque la indiscutible propietaria de los derechos de propiedad intelectual es Roser Capdevila, y que la productora debe cesar en la explotación de la obra artística de la ilustradora, decisión que también afecta a un cuarto personaje que se añadió con los años, la Bruixa Avorrida, y los dominios de internet abiertos sobre ellos. Además, Cromosoma debe indemnizar a Capdevila con 381.000 euros.
Este largo litigio se inició a raíz de la demanda que planteó en 2013 Roser Capdevila. Uno de los detonantes fue un largometraje de animación que se iba a realizar sobre los personajes, y que contrarió a Capdevila por la transformación de los dibujos y de los argumentos, que, entendía, alteraban su idea original.
El juzgado mercantil número 8 de Barcelona falló a favor de Capdevila en septiembre de ese mis- mo año, pero en diciembre del 2014, la sección 15 de la Audiencia de Barcelona decidió lo contrario. Ahora, el camino legal ha concluido, puesto que el Tribunal Supremo ha validado los argumentos de la ilustradora, defendidos por la letrada María Teixidor. Roser Capdevila creó Les tres
bessones en 1983 como unas niñas que corrían distintas aventuras, y que estaban basadas en sus hijas. Dos años después se añadió un cuarto personaje, la Bruixa Avorrida. Cromosoma produjo con ellas una serie de televisión, vista por vez primera en TV3, y que alcanzó gran éxito, como demuestra que las aventuras del cuarteto fueron traducidas a 35 idiomas y sus peripecias vistas en 158 países.
En el año en que se inició el pleito, Cromosoma entró en concurso de acreedores, que está también pendiente de resolución precisamente por este pleito, puesto que se solicitó un crédito al Institut Català de Finances y la propiedad de los personajes fueron el aval, de 5 millones de euros, que ahora no se podrán tener en cuenta para cerrar el asunto. Esta situación impedirá también que Capdevila pueda cobrar la indemnización por daños y perjuicios.
El fallo del Tribunal Supremo permite a Roser Capdevila recuperar la capacidad de decisión sobre su obra y los personajes. Según fuentes próximas a la ilustradora, hay un proyecto pendiente en Japón, que permanecía parado a la espera del fin del litigio, y que ahora podrá ponerse de nuevo en marcha.
La sentencia, que incluye al personaje de la Bruixa Avorrida, pone fin a un largo pleito iniciado en el 2013