Críticas a Al Sisi por la ejecución ‘ejemplar’ de quince terroristas
El rais egipcio prometió “contundencia” tras el atentado de noviembre en el Sinaí
Cuando en noviembre un brutal atentado en la península del Sinaí provocó más de 300 muertos en una mezquita, el presidente de Egipto, Abdul Fatah al Sisi, prometió que respondería “con toda contundencia”. Imposible no acordarse de aquellas palabras cuando el martes las autoridades anunciaron que habían ahorcado a 15 condenados por terrorismo en el Sinaí. Es la ejecución más masiva en un solo día en las cárceles egipcias desde que Al Sisi tomó el poder hace cuatro años.
Siete organizaciones egipcias de derechos humanos han condenado las ejecuciones, en las cuales ven una clara política de venganza. En un comunicado conjunto, denunciaron que los condenados no tuvieron un juicio justo y que al menos uno fue torturado para arrancarle la confe- sión que le llevó a la horca. Sus familiares no pudieron verlos el día de la ejecución, como exige la ley.
Las ejecuciones tuvieron lugar en dos cárceles, una en Alejandría y otra en el delta del Nilo. La pena capital contra los 15 condenados, todos ellos hombres, fue dictada por un tribunal militar en junio del 2015 y el Alto Tribunal Militar de Apelación rechazó el recurso presentado por los acusados el pasado noviembre.
Se les declaró culpables del ataque a un puesto de control militar en agosto del 2013 en la ciudad de Al Arish, capital de la provincia del Norte del Sinaí, en el cual murieron un oficial y ocho soldados. El Sinaí es el foco de la insurgencia yihadista en Egipto, que se ha recrudecido desde que en verano del 2013 el militar Al Sisi derrocó al presidente islamista Mohamed Morsi, el primero elegido en las urnas en Egipto.
Siete oenegés egipcias denuncian que no hubo un juicio justo y que al menos un condenado fue torturado
Cientos de policías y militares han muerto en la oleada de ataques lanzados por la rama del Estado Islámico en el Sinaí, que en el último año ha intensificado sus ataques contra civiles, particularmente contra cristianos.
Con 305 muertos, el atentado contra una mezquita del Sinaí frecuentada por sufíes, en noviembre, fue el peor en la historia moderna de Egipto. Aunque la autoría fue atribuida al EI, el grupo no lo ha reivindicado. Al Sisi dio entonces un plazo de tres meses al jefe del Estado Mayor, Mohamed Farid Hegazi, para que recuperase la seguridad en el Sinaí. También prometió venganza.
Las ejecuciones del martes llegan una semana después de un atentado reivindicado por el EI contra un aeropuerto militar del Norte del Sinaí durante una visita a la región de los ministros de Defensa y del Interior.
Según las cifras de Amnistía Internacional, en el 2016 hubo 44 ejecuciones en Egipto, frente a las 22 del 2015 y las 15 del 2014.
El pasado verano, 31 personas fueron condenadas a muerte por su implicación en el atentado que mató al fiscal general de Egipto, Hisham Barakat, a mediados del 2015. La sentencia les acusaba de pertenecer a un grupo terrorista, en alusión a los Hermanos Musulmanes. Centenares de seguidores o miembros de la Hermandad han sido condenados a muerte o a cadena perpetua desde el golpe del 2013. En algunos casos, las condenas han sido dictadas en juicios masivos, sin las garantías básicas, han denunciado oenegés egipcias e internacionales.