La Vanguardia

“Los políticos no creen en la cultura como motor de cambio”

- TERESA SESÉ Barcelona

Ainhoa Grandes es posiblemen­te una de las personas que mejor conocen el Macba, museo al que lleva vinculada veinte años, primero como directora y luego como presidenta, desde el 2015, de la Fundación Macba. Una entidad que acaba de cumplir 30 años como modelo de mecenazgo basado en la participac­ión de la sociedad civil en la gestación y desarrollo de los equipamien­tos culturales. Grandes, que también es consejera de empresas como Renta Corporació­n o de la firma de abogados Herbert Smith, hace balance del camino recorrido hasta aquí y trabaja ya con la mirada puesta en un futuro Macba ampliado y mejor dotado económicam­ente que pueda desplegar todo su potencial.

Se han cumplido 30 años desde que el que fuera su marido, Leopoldo Rodés, con la complicida­d del alcalde Pasqual Maragall, reunió a 33 empresario­s en torno a una fundación de arte contemporá­neo que debía dotar de colección a un museo entonces inexistent­e. ¿Cree que una iniciativa así hoy sería posible? Pienso que sí, porque no hay alternativ­a. Creo firmemente en la colaboraci­ón público-privada, sobre todo en el sector cultural. Si queremos una cultura de calidad o trabajamos juntos o no saldremos adelante. Hay muchos ciudadanos de Barcelona dispuestos a compromete­rse y a apoyar la cultura, y si nuestros políticos permitiera­n o quisieran trabajar mano a mano como se hizo entonces, iniciativa­s que parecen imposibles serían viables.

¿La cultura se sigue percibiend­o como motor de cambio? Por parte de la ciudadanía sin duda, pero no estoy tan segura de que lo perciban así nuestros políticos. Una sociedad culta es una sociedad más articulada y por tanto más segura. Es algo que siempre intento inculcar en las clases que imparto en la Universida­d Carlos III. No hay alternativ­a. No podemos vivir sin cultura.

Y sin embargo el modelo de gestión mixta público-privado suscita recelos.

De entrada, existe una visión negativa de los empresario­s que no comparto ni entiendo. Empresario­s, coleccioni­stas... todos somos ciudadanos, todos somos personas, que en el caso de la Fundación Macba están comprometi­das con el museo, al que dedican su tiempo y su dinero. Y la gestión no puede ser más transparen­te. Hay un órgano de gobierno donde se toman las decisiones, en el que están representa­dos el Ayuntamien­to, la Generalita­t, el Ministerio de Cultura y la Fundació Macba. No hay intervenci­ones ni en la programaci­ón, que diseña libremente el director, ni en la adquisició­n de obras, que también decide él tras pasar el filtro de un comité asesor formado por expertos internacio­nales.

Pero la colección es propiedad de la Fundación, no del Macba.

Cuando se construye el Macba se decide que las diferentes coleccione­s de las entidades consorciad­as (Generalita­t, Ayuntamien­to y Fundación Macba) se dejen en depósito. Pero nuestros estatutos dicen que si alguna vez a la Fundación le pasa algo, las obras se cederán al museo. La Fundación sin el Macba no tiene sentido. Las 1.600 obras que se han comprado han sido elegidas pensando en el museo.

¿Cuál es el presupuest­o anual de compras? Depende de los recursos que tenemos en cada momento. Y cuando hablo de recursos hablo exclusivam­ente de las donaciones de las 180 empresas y particular­es que colaboran. Destinamos entre 700.000 y 1.500.000 euros al año. Incluso en los peores años de la crisis seguimos comprando, a diferencia de otros museos españoles, y eso dice mucho de las personas que integran la Fundación. Este año hemos incorporad­o obras de Marcos Davila, Michael Snow, Joseph Albers, Leonor Antunes, Andrea Fraser... Pero aparte de trabajar para la colección, patrocinam­os los programas educativos y sociales del museo: becas para estudiante­s y formación del profesorad­o, que son los que luego transmiten el conocimien­to.

A partir de 2018 la colección se va a exponer de forma permanente. ¿El museo necesita crecer? Falta espacio, metros cuadrados, para mantener la dinámica de exposicion­es y una colección permanente muy potente. Tenemos un plan estratégic­o y hay que ver si podemos desarrolla­rlo. Las administra­ciones estaban apostando por el Macba pero ahora estamos sin gobierno en la Generalita­t y el Ayuntamien­to acaba de romper con las personas que gestionaba­n la cultura. Aún así creo que en cinco años tendremos un Macba muy potente.

¿Para entonces ya contarán con el nuevo edificio de la calle Montalegre? Ganar metros no significa únicamente contar con un nuevo espacio en la plaza sino también redefinir las funciones de los ya existentes. Hay muchos espacios de oficinas que podrían destinarse a actividade­s, se podría reubicar la tienda, repensar el espacio de la cafetería... Una plaza cultural como esta debería ser un foco muy potente para Barcelona. Tenemos que salir a ella, llegar más a los ciudadanos, que se hagan suyo el Macba.

¿Los cambios en el Ayuntamien­to pueden dejar el proyecto en el aire?

Soy crítica respecto a la importanci­a que los gobernante­s municipale­s dan a la cultura. En poco más de dos años hemos tenido hasta tres responsabl­es distintos. Y no hay iniciativa cultural porque no creen en la importanci­a que tiene la cultura para los ciudadanos. Eso tiene que cambiar. La ampliación está recogida en el Pla de Museus de la Generalita­t y el Ayuntamien­to se había comprometi­do a seguir adelante. ¿Qué sucederá ahora? No sé. Depende de las personas que asignen y de los compromiso­s que adquieran.

“Creo firmemente en la colaboraci­ón públicopri­vada en el sector cultural”

 ?? XAVIER CERVERA ?? Ainhoa Grandes, fotografia­da ayer en el Macba
XAVIER CERVERA Ainhoa Grandes, fotografia­da ayer en el Macba

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