La Vanguardia

Diez años sin Pavarotti... y sin relevo claro

Su viuda, Nicoletta Mantovani, no ve un heredero natural del tenor pero lanza un par de nombres; los expertos opinan

- MARICEL CHAVARRÍA

Este año se ha cumplido una década de la muerte del gran tenor del siglo XX. Y el mundo sigue esperando una voz que pueda considerar­se su sucesora. Luciano Pavarotti, cuyo recuerdo y legado mantiene vivo su viuda, Nicoletta Mantovani, está de nuevo en boga tras la publicació­n por parte del sello Decca de un doble CD de arias y canciones –“Nessun dorma”, “La donna è mobile”, “O sole mio”...– que incluye por primera vez la edición autorizada de extractos de su debut en La bohème, en 1961. Por no hablar del DVD con el documental A voice for the ages (Una voz para la posteridad), con entrevista­s al divo, actuacione­s con estrellas del pop como Sting, Stevie Wonder o Bono, y el recital que ofreció en 1989 en el Liceu, con el teatro en pie... ¿Habemus sucesor de Pavarotti? “No creo –responde Nicoletta Mantovani al teléfono–, porque Luciano era especial en todo, no sólo en la voz. Sin embargo, estaría muy contento de los resultados de Vittorio Grigolo, su último alumno, a quien preparó para su debut en La bohème dos meses antes de morir, pues para Luciano era muy importante ayudar a los jóvenes”, afirma. De ahí que su fundación siga otorgando becas, a parte de organizar conciertos conmemorat­ivos y mantener su casa museo de Módena.

A Pavarotti le encantaba la voz de Juan Diego Flórez. Y le encantaría la de Francesco Meli en Un ballo in maschera, dice su viuda. “Pero la suya era muy especial, y también su carisma. Era un ser generoso, no cantaba por la fama, creía que había recibido un don de Dios y quería compartirl­o. Su gran aportación –prosigue– fue llevar la ópera a todos los públicos, cantando en sitios donde nunca antes había habido voces líricas, como el jardín del Madison Square Garden. Él entendió que había que sacar la ópera del teatro y llevarla a grandes arenas y con un repertorio mixto. ‘La gente que no va a la ópera es porque no la conoce’, decía”.

Para la directora artística del Liceu, Christina Scheppelma­nn, hablar de un heredero de Pavarotti es aventurado. “Él fue una estrella en el contexto de su tiempo y generación. El tipo de cantante hoy es otro. Hay muy buenos tenores, pero a ni- vel de voz, de facilidad, musicalida­d natural, charme y presencia, Pavarotti era único”. Según el director artístico del Palau de la Música, Víctor Garcia de Gomar, la línea de Pavarotti la sigue en la actualidad Juan Diego Flórez. “Y tal vez también Piotr Beczala sin pisar el belcanto, un Pavarotti más maduro”.

El crítico de La Vanguardia, Roger Alier, afirma que el divo italiano fue en su tiempo el mejor tenor del mundo. “El primero en hacer los famosos 9 do de pecho de La fille du régiment; y en tándem con la soprano Joan Sutherland, dirigidos por Richard Bonynge, dejó las mejores grabacione­s de la edad de oro del CD: Lucia di Lammermoor, Rigoletto, La traviata, L’elisir d’amore, La sonnambula, I puritani (con una famosa nota en falsete que aún hoy impone) y, claro, su famoso Calaf de Turandot, para muchos el mejor “Nessum dorma” grabado en vivo.

Alier ve difícil hablar de un relevo por la pureza de su voz, la perfección de su registro agudo, su aportación al repertorio belcantist­a... y su carisma, con el que popularizó la ópera como nadie junto a los Tres tenores y con la serie Pavarotti & Friends. “Juan Diego Flórez es técnicamen­te más perfecto y elegante, pero no tiene la fuerza vital de voz de Pavarotti. Y luego está ese toque americano que le dio el ser la estrella del Met de Nueva York durante años. Un toque de divo universal”.

Decca publica dos CD que incluyen su debut en ‘La Bohème’ (1961) y un DVD con su recital de 1989 en el Liceu

 ?? GIANLUCA NAPHTALINA CAMPORESI ?? Nicoletta Mantovani ante un retrato del divo en su casa de Italia
GIANLUCA NAPHTALINA CAMPORESI Nicoletta Mantovani ante un retrato del divo en su casa de Italia

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