‘To the bone’
Ya hay menús de fiestas adaptados a todos los gustos y hábitos alimentarios; los de elección propia (por moda, creencia o porque sí) y aquellos a los que la salud obliga. En los últimos años el abanico de ingredientes se ha ampliado para que quien quiera y pueda permitírselo en Navidades se dé un capricho porque “un día es un día”. Ese tópico, que no vale para todos (en cuántas mesas se cruzan las miradas vigilando que no se exceda quien lo tiene terminantemente prohibido), lo detestan los comensales forzosos, aquellos que darían cualquier cosa para que las fiestas no tuvieran que celebrarse, qué manía, siempre en torno a una mesa: quienes padecen anorexia. Si quien más quien menos está deseando recuperar la normalidad de su dieta para acabar con tanta comilona y tanta sobremesa interminable, imagínense las personas que han hecho del rechazo a los alimentos su principal objetivo.
Uno de los últimos éxitos de Netflix, que ya puso el dedo en la llaga en un tema tabú como el suicidio adolescente en la serie
Por trece razones, aborda la anorexia. Se trata de la película To
the bone (hasta los huesos). La cinta, dirigida por Marti Noxon y protagonizada por Lily Collins, Keanu Reeves, Lili Taylor y Carrie Preston, permite ponerse en la piel (lo único que queda, además de los huesos) de alguien que padece ese trastorno. ¿Servirá para evitar casos o, al contrario, dará pistas a quienes son susceptibles de caer en el mismo drama? Es una de las preguntas que quedan en el aire después de verla; como también si acertaron haciendo perder tanto peso para el rodaje a una actriz como Collins, que fue anoréxica de adolescente. De cualquier modo, cerrar los ojos o taparse los oídos ante un asunto tan grave seguro que tampoco es la solución. Hay que educar, hablar del tema, no bajar la guardia y no olvidar que comer no es una cuestión de modas.