Enero frenético
El Barça precisa recuperar lesionados para la serie de hasta 9 partidos en 26 días
Ernesto Valverde se volvió a poner ayer el chándal después de las vacaciones de Navidad para dirigir el primer entrenamiento de la segunda fase de la temporada, que arrancará con una extraordinaria densidad de compromisos. Un mínimo de 6 partidos y un máximo de 9, si consigue avanzar hasta las semifinales de la Copa, disputará el Barcelona durante un mes de enero que tendrá una actividad frenética en el campo, en los despachos y en la enfermería, y marcará la dinámica del equipo hasta la fase decisiva del curso.
Dos de los filiales más prometedores, Carles Aleñá y José Arnaiz, participaron en el entrenamiento del primer equipo junto a todos los futbolistas disponibles salvo Messi, Luis Suárez y Mascherano, que se incorporarán el día 2. Así procedió el Barça a recuperar el hilo y a preparar el próximo partido, la ida de los octavos de final de la Copa que disputará el jueves en el campo del Celta. El equipo de Juan Carlos Unzue es el único que ha arrancado un punto del Camp Nou esta temporada (2-2), a comienzos de diciembre, circunstancia que presagia una eliminatoria compliincorporaciones cada que no admitirá excesivos experimentos en la alineación.
Con la victoria en el Santiago Bernabeu como cierre del año, el equipo de Ernesto Valverde despejó la penúltima de las numerosas incógnitas que se le han planteado. Queda una: ¿Dispone de plantilla suficiente como para adjudicarse la Liga de Campeones? El calendario se comprime, la fatiga se va acumulando y el equipo, mermado por las lesiones, se presentó en el clásico sin centrales ni delanteros en el banquillo. Es evidente que el Barcelona necesita refuerzos y una plantilla más equilibrada para afrontar un ciclo de hasta 35 partidos en cinco meses hasta el final del curso. Enero será clave, tanto en el acierto en el maratón de partidos que se aproxima como en el tino en las a realizar.
Aunque no todo son retos y obstáculos en el horizonte blaugrana. De acuerdo con la evolución de los lesionados, la enfermería debe quedar desocupada en enero, de manera que las próximas alineaciones de Valverde no quedarán tan condicionadas por las bajas como en las últimas semanas y aumentan las posibilidades de administrar los esfuerzos de la plantilla. Rafinha está listo para reaparecer después de ocho meses de lesión y Dembélé, que ayer volvió a completar el entrenamiento, recibirá el alta en los próximos días y se incorporará gradualmente a la competición. Alcácer podría estar repuesto para el próximo partido en el Camp Nou con el que se reanudará la Liga (7 de enero), pero una gestión conservadora apunta más a su participación en el siguiente partido, cuatro días después. En un mes con cinco posibles encuentros de Copa las oportunidades para la segunda línea pueden ser abundantes.
Samuel Umtiti, que se lesionó en el bíceps femoral del muslo derecho en el partido contra el Celta del 2 de diciembre, será el último en evacuar la enfermería. Con un pronóstico de baja de ocho semanas, el central francés estaría en condiciones de reaparecer en el Betis-Barcelona de la vigésima jornada, el 21 de enero.
La cuesta de enero se presenta pronunciada y trepidante, con partidos como la visita a Anoeta en el cierre de la primera vuelta –un estadio en el que el Barça únicamente ha conseguido dos puntos en las últimas siete visitas– e incógnitas como los posibles adversarios de la Copa. Y febrero será inaugurado de manera grandilocuente con el derbi de Cornellà. Valverde necesita una plantilla sana y equilibrada para prolongar una dinámica de resultados forjada a base de superar dificultades.