La Vanguardia

El abecedario del crimen

SUE GRAFTON (1940-2017)

- Escritora estadounid­ense PABLO CUBÍ

Se quedó a un libro de completar la colección de novela negra que la había hecho mundialmen­te conocida. Sue Grafton, la escritora de la serie sobre la detective Kinsey Millhone, en el que cada título empezaba por una letra del abecedario, publicó este pasado año Y is for yesterday. Tutsquets, que ha editado los 23 títulos precedente­s, aún no lo ha traducido. Grafton falleció el pasado jueves por un cáncer que le detectaron hace dos años y su familia recordó que la escritora se había negado rotundamen­te a que otro autor la sustituyer­a, por lo que lo que la serie concluirá aquí.

La carrera de Grafton se había desarrolla­do primeramen­te en Hollywood. Natural de Kentucky e hija de un abogado, C.W. Grafton, que también se dedicó a escribir novelas de misterio, Sue prefirió la trasladars­e a California cuando su segunda novela ya tuvo un contrato para adaptarla al cine. Lolly-Madonna (1973) era un drama de clanes rurales con Rod Steiger de protagonis­ta. También escribió una serie, Nurse, y varias películas para televisión, incluida una versión de Siete

novias para siete hermanos.

Es obvio que toda aquella experienci­a le dejó muy mal sabor de boca. “Prefiero rebozarme desnuda sobre un lecho de fragmentos de vidrio que ceder los derechos de sus novelas a Hollywood”, le explicaba al librero y escritor Paco Camarasa, cuando el 2009 la trajo a BCNegra. Pese a su sanguinari­a inventiva, Camarasa la recuerda como una mujer muy agradable y educada.

Con A de adulterio, escrita en 1982 empezó su famosa serie. Contaba que se puso a matar en el

“Prefiero rebozarme desnuda sobre un lecho de cristales que ceder mis libros a Hollywood”, sentenció

papel por no matar a su primer marido, enfrascada en un tormentoso divorcio. La idea del abecedario le vino de una obra de Edward Gorey, en la que unos niños morían con la peculiarid­ad de que el nombre de cada uno empezaba por una letra distinta del abecedario.

Sus novelas mantenían un estilo clásico y la propia Grafton admitió no ser especialme­nte original. Sin embargo, fueron un éxito que crecía año a año. “Sus novelas no te dejan una huella profunda, pero su estilo es rápido y eficaz, y a su protagonis­ta se le toma cariño, mucho”, resumía Camarasa en su libro Sangre en los estantes (Destino). Hoy se publican en 28 países y en 26 lenguas diferentes. En España, Tusquets empezó a editar la obra completa a partir de 1990, y en catalán Edicions 1962 ha publicado siete títulos, como Q de quien y T de trampa.

Durante todos estos años Grafton se ha mantenido entre los autores más leídos y además fue de las pioneras en dar un protagonis­mo a un personaje femenino en la novela negra. Abrió una ilustre senda que aquí, por ejemplo, siguió una década más tarde Alicia Giménez Barttlet. Grafton señalaba que la mujer suele insistir más en los aspectos humanos y las ramificaci­ones emocionale­s que se esconden tras un crimen.

Pese a que la autora puso mucho de sí en su heroína, Kinsey no es el alter ego de Grafton, empezando por su edad. Mientras que Grafton falleció con 77 años, apenas han transcurri­do diez años en la ficción desde los hechos de A de adulterio. Kinsey se ha quedado en los 42. El último libro, Zis for zero, nunca verá la luz.

 ?? STEVEN HUMPHREY / AP ??
STEVEN HUMPHREY / AP

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain