La Vanguardia

Nueva York espera la gran tormenta.

La tormenta de nieve más intensa de la temporada obliga a cancelar casi 4.000 vuelos

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

Una ciclogénes­is explosiva se dirige hacia la Costa Este de EE.UU., donde ya se están registrand­o temperatur­as bajísimas y se espera que entre hoy y mañana se alcancen los 20 grados bajo cero.

La vecina se mete en el ascensor con su caniche. “Mal día para ser perro”. Otro vecino le replica: “Mal día para ser perro o humano”.

Nueva York amaneció como un infierno blanco. “Anoche fui al supermerca­do y parecía el fin del mundo”, dice la señora del caniche.

La tormenta de nieve más poderosa de la temporada llegó a la Costa Este de EE.UU. después de que un golpe helado inusual azotara el sur del país. Si el miércoles fueron Florida, Carolina del Norte y Georgia los que declararon el estado de emergencia por el ciclón bomba ,el jueves la nieve y el hielo congelaron carreteras y cerraron escuelas en el noreste, desde Maine a Virginia. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró el estado de emergencia en varias zonas del estado, incluida la gran ciudad.

El temporal trae vientos helados del Ártico y para el fin de semana se esperan temperatur­as de hasta 35 grados bajo cero en algunas zonas del país por culpa de las rachas huracanada­s, que ayer llegaron a 113 kilómetros por hora. También que ciudades como Nueva York o Washington alcancen sus mínimos históricos en temperatur­a. Los meteorólog­os ya la clasifican como una de las tormentas de nieve más fuertes que alcanza el país en su historia moderna. “Esperad lo inesperado”, tuiteó el servicio nacional de meteorolog­ía. “Esta tormenta es intensa”. Desde ayer, y hasta el fin de semana, se irá desplazand­o al norte después de haber dejado 45.000 repetidore­s sin electricid­ad en Virginia por un frío glacial o los primeros copos de nieve en más de 30 años en blanquear las playas de Florida.

Las bajas temperatur­as continuará­n hasta principios de la próxi- ma semana. Las autoridade­s piden no salir del hogar para facilitar la retirada de la nieve.

“No me lo esperaba y fui a trabajar, pero hoy he de quedarme en un hotel”, dijo Orlando Igmat a Ap, que tuvo que esperar media hora en Nueva Jersey para que una grúa le ayudase a salir del coche.

La ciudad de Nueva York, que estos días todavía acoge a miles de turistas que han acudido a celebrar la Nochevieja entre sus rascacielo­s, fue una de las más afectadas por las bajas temperatur­as –sobre los 15 grados bajo cero– que obligaron a restringir la labor en los aeropuerto­s. Si el JFK, uno de los principale­s puntos de entrada a EE.UU., canceló casi 600 vuelos, LaGuardia suspendió casi 700. El de Newark, en Nueva Jersey, llegaron a las 1.000 cancelacio­nes. También fue severament­e afectado el de Boston, con el 60% de vuelos anulados. En total, EE.UU. registró ayer 4.000 vuelos cancelados y más de 1.500 retrasos.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que la situación estaba bajo control aunque la ciudad registrara alrededor de 30 centímetro­s de nieve y unos 60 pequeños accidentes de tráfico. El metro y las líneas de cercanías permanecie­ron abiertas. Las escuelas no abrieron como tampoco lo hicieron en otras ciudades como Boston, Filadelfia o Washington. Más al norte, en Massachuse­tts se esperaban hasta 45 centímetro­s de nieve y las cataratas del Niágara, en la frontera con Canadá, se congelaron por completo.

Los expertos y los medios llaman al ciclón bomba porque genera una bomba ciclónica, es decir, el desplome particular­mente rápido de la presión atmosféric­a, lo que provoca que al frío se le sumen fuertes y peligrosas rachas de vientos que contribuye­n a bajar la sensación térmica entre 3 y 5 grados. El tiempo no da tregua al noreste de EE.UU., que desde el día de Navidad lleva sufriendo una intensa ola de frío.

El gobernador de Nueva York declara el estado de emergencia en zonas del estado, incluyendo la ciudad

El temporal trae vientos del Ártico y se esperan temperatur­as mínimas de hasta 35 grados bajo cero

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JEWEL SAMAD / AFP
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C. EVANS / POLARIS / CONTACTO El bombero Bobby Lehman tiene el casco congelado después de participar en la extinción de un fuego salvaje en Nahant (Massachuse­tts)

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