La gripe se triplica en una semana y satura los hospitales
Las urgencias aumentan un 62% en los ambulatorios de Catalunya
Llegó la gripe un poco antes de lo esperado y con mucho empuje: en una semana, según el registro de infecciones respiratorias semanal, casi se ha triplicado el número de afectados. Si el jueves pasado había 98,6 griposos por cada 100.000 habitantes en Catalunya, la cifra dada ayer por Salut Pública ya alcanzaba una tasa de 248. Los niños con menos de 4 años son los que más han caído, como es habitual (una tasa de 905), seguidos de los de 5 a 14 (417), lo que abarrota las consultas de pediatría y agranda sus tiempos de espera. La semana próxima es de esperar que se hayan contagiado los adultos con los que conviven los niños y empiecen a caer los compañeros de aula, de bus, de trabajo...
Las urgencias de los hospitales están a rebosar sobre todo con pacientes muy mayores y muchos casos graves. El 34,7% de los atendidos en los hospitales la semana pasada así lo eran. Las esperas se eternizan en urgencias, los centros colocan camillas en todo hueco que encuentran y el personal está agotado. Las visitas a las urgencias de primaria (CUAP) crecieron un 62% en la última semana y los casos graves de hospital, un 13,8%.
La gripe ha pillado a todos no desprevenidos, pero sí sorprendidos por una extensión muy rápida, “y es casi imposible encontrar refuerzos. No es una cuestión meramente económica. Es que no hay profesionales disponibles que puedas contratar cuando la presión llega tan de golpe y una parte del personal está de vacaciones. En los planes de contingencia para invierno del Pla Nacional d’Urgències ya se contempla prolongar los tramos de vacaciones para que los peores días esté al menos el 75% de la plantilla, pero todos los niveles de atención, desde hospitales a primaria pasando por el 061 están echando humo”, explica Cristina Nadal, responsable de atención sanitaria en el Servei Català de la Salut.
La gripe es peligrosa sobre todo para quienes tienen otras patologías de base y para los que están inmunodeprimidos, pero su impacto se extiende a toda la población no sólo por las bajas laborales, sino porque en un espacio corto de tiempo las necesidades de atención sanitaria se disparan y todo lo demás, también aquella operación o prueba para la que tanto se ha esperado, puede quedar postergada. Es un panorama compartido en toda Europa. En Reino Unido se habla de suspender 55.000 intervenciones por la presión invernal.
En los centros de primaria catalanes también todo queda postergado. Los planes de Salut para afrontar esta crisis que llega cada invierno “se reduce a dejar en un tercio o menos las visitas programadas, para ocupar el resto del tiempo en la asistencia espontánea, como las de los afectados por la gripe”, explica Óscar Pablos, responsable de atención primaria en el sindicato Metges de Catalunya. “Las visitas a tu médico de familia o al pediatra se retrasan ahora hasta 15 días”, dice Pablos. Salut reconoce que muchas visitas tendrán que esperar a que acabe enero . “Y la presión es tan fuerte que aunque las agendas estén sin enfermos, los que acuden de forma espontánea llegan a esperar hasta dos y tres horas. Hay médicos que en la casilla de la última visita tienen 18 nombres apuntados. Parecen medidas claramente insuficientes, dice Óscar Pablos.
Salut defiende que las mejoras son sobre todo organizativas, que el esfuerzo de un millón extra para el invierno quizá apenas se noten, pero que el conjunto deberá evaluarse cuando todo esto acabe. Creen que los comités territoriales, que son los que acuerdan ahora qué hacer en cada zona, incluyendo a ambulancias, sociosanitarios, hospitales, primaria o atención domiciliaria, lograrán mejores resultados.
Huyendo de la palabra colapso, las autoridades sanitarias admiten que el sistema está con mucha presión.
Salut reconoce que todos los servicios “están echando humo”, pero que no encuentra más profesionales