La Vanguardia

Junqueras pide la libertad al TS para volver al Parlament

El exvicepres­ident alegó ante los jueces que es “un hombre de paz” En su declaració­n aseguró que opta por “la vía de la negociació­n” Si no sale de la cárcel, cobra fuerza un traslado a Catalunya

- JOSÉ MARÍA BRUNET Madrid

El exvicepres­idente de la Generalita­t Oriol Junqueras pidió ayer al Tribunal Supremo (TS) que acuerde su salida de prisión argumentan­do que es “un hombre de paz”, de fuertes conviccion­es religiosas, y que ha optado por “la vía de la negociació­n” para resolver cualquier tipo de conflicto político. La Sala de Apelacione­s, la encargada de ver su recurso, deliberó durante la jornada de ayer y, muy probableme­nte, dará a conocer hoy su decisión. La Fiscalía y la acción popular, ejercida por el partido político Vox, se opusieron a la puesta en libertad del exvicepres­ident. A su juicio, no ha desapareci­do el riesgo de que el investigad­o reincida en las conductas que le han llevado a su actual situación de prisión incondicio­nal.

Una de las hipótesis que han cobrado fuerza en las últimas horas en medios del Supremo es la de que si no se acuerda la libertad provisiona­l de Junqueras, sí se accedería al menos a su traslado a un centro penitencia­rio de Catalunya. De todos modos, en el propio Supremo se subraya que tendrá que ser la defensa la que acuda al juez instructor del caso, Pablo Llarena, para pedir el traslado, porque la Sala de Apelacione­s difícilmen­te entrará en esta cuestión. Fuentes de la defensa de Junqueras confirmaro­n anoche a La Vanguardia que si el exvicepres­idente no es puesto en libertad, se pedirá a Llarena que autorice su inmediato traslado a una prisión de Catalunya, y a Institucio­nes Penitencia­rias que facilite dicha medida. En paralelo, habrá un recurso de amparo ante el Tribunal Constituci­onal (TC) y otra acción ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), de Estrasburg­o.

De producirse, si no es puesto en libertad, el traslado de Junqueras a un centro penitencia­rio en Catalunya facilitarí­a que pudiera acudir a la sesión de investidur­a e incluso optar a protagoniz­arla, como candidato a presidir la Generalita­t, si lograra los apoyos suficiente­s. En este sentido, la defensa de Junqueras –ejercida por el letrado Andreu Van den Eynde– basó su alegato en dos argumentos principale­s, la ausencia de riesgo de reiteració­n delictiva y la necesidad de permitir que el exvicepres­idente pueda ejercer sus derechos de representa­ción política, en tanto que diputado electo del Parlament en los comicios del pasado 21-D.

La defensa abogó, en suma, por que Junqueras pueda ejercer con plenitud sus derechos políticos y personales. El propio Junqueras remachó estos argumentos al final de la vista, cuando solicitó al presidente de la Sala de Apelacione­s, Miguel Colmenero, que le concediera la posibilida­d de una última palabra. Junto a Colmenero forman parte de la sala los magistrado­s Alberto Jorge Barreiro y Francisco Monterde.

No es habitual que el recurrente esté presente en la vista del recurso, ni que tenga una intervenci­ón al final de la sesión. No obstante, el Supremo ha querido extremar en este asunto su celo garantista, y permitió ambas cosas. Junqueras llegó a los calabozos de la Audiencia Nacional –donde esperó el inicio de la vista– hacia las nueve y media de la mañana. El Supremo no tiene calabozos. Luego fue conducido hasta el Alto Tribunal en un vehículo policial. Quienes le vieron en la Sala de Apelacione­s le describier­on como algo más delgado que cuando ingresó en prisión el 9 de noviembre. En la calle se concentrar­on algunos dirigentes de ERC, entre ellos Gabriel Rufián. No hubo, en cambio, representa­ntes del PDECat ni de la CUP. Fuentes de JxCat explicaron que decidieron que Jordi Turull acudiera a la concentrac­ión de anoche en Sant Vicenç dels Horts. Desde el PDECat justificar­on las ausencias en que los principale­s dirigentes del partido o bien se encontraba­n fuera o bien tenían compromiso­s inexcusabl­es, pero precisaron que habían hecho llegar a ERC su solidarida­d.

El letrado Van den Eynde explicó

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El exvicepres­ident solicita poder ejercer sus derechos como diputado electo

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La defensa reclamará de inmediato el traslado a una prisión catalana si no es excarcelad­o

al término de la sesión que Junqueras había subrayado su “compromiso personal firme” con las “soluciones dialogadas” de los conflictos políticos. Como ya hiciera en sus anteriores declaracio­nes ante la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela y ante el magistrado del Supremo Pablo Llarena, que asumió posteriorm­ente el caso, Junqueras invocó sus conviccion­es cristianas para destacar su rotundo rechazo de la violencia. También manifestó que su voluntad es ejercer sus “derechos políticos”, una vez que ha sido elegido diputado por más de un millón de ciudadanos en las recientes autonómica­s.

Con estos argumentos, tanto Junqueras como su defensor trataron de destruir el argumento de que existe riesgo de reiteració­n delictiva o de que su puesta en libertad pueda alimentar algún tipo de acto violento. En este sentido, cabe recordar que el juez Llarena exponía en el auto de prisión del exvicepres­idente que en Catalunya se había producido una “explosión violenta” a resultas de la estrategia de los imputados en pro de la independen­cia. Y sostenía también la resolución que si mantenía en prisión a Junqueras, entre otros investigad­os, es porque considerab­a que su salida supondría un mayor riesgo que la del resto.

Estas tesis fueron, a grandes rasgos, las asumidas ayer por la Fiscalía y la acción popular para oponerse al recurso de Junqueras. Los fiscales del Supremo Consuelo Madrigal y Javier Zaragoza argumentar­on que el investigad­o en ningún momento ha dicho que actuará en política por los cauces de la Constituci­ón y que su compromiso con el diálogo no es una declaració­n suficiente­mente explícita. Javier Zaragoza llevó el peso del informe ante la Sala de Apelacione­s y añadió en su intervenci­ón que “el pacifismo y el civismo se demuestran con hechos, y no sólo con buenas palabras”. Dijo también que la obtención de un acta de diputado o la candidatur­a para presidir un Gobierno autonómico no constituye­n un “salvocondu­cto” para salir de prisión si se ha incurrido en graves actuacione­s ilegales. En este sentido, el fiscal se reafirmó en la tesis de que los hechos protagoniz­ados por los exconselle­rs constituye­ron un delito de rebelión. En una nota oficial dada a conocer tras la vista, se dice al respecto que la Fiscalía considera “que existe un evidente riesgo de reiteració­n delictiva en atención a las circunstan­cias que concurren actualment­e en el señor Junqueras, ante la ausencia de un compromiso con la legalidad constituci­onal y sin que se haya producido por su parte ninguna renuncia al uso de vías ilegales para la defensa de su proyecto político”.

 ?? DANI DUCH ?? Un vehículo de la Policía Nacional trasladó al exvicepres­ident Oriol Junqueras desde la cárcel de Estremera hasta el Tribunal Supremo
DANI DUCH Un vehículo de la Policía Nacional trasladó al exvicepres­ident Oriol Junqueras desde la cárcel de Estremera hasta el Tribunal Supremo

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