Junqueras pide la libertad al TS para volver al Parlament
El exvicepresident alegó ante los jueces que es “un hombre de paz” En su declaración aseguró que opta por “la vía de la negociación” Si no sale de la cárcel, cobra fuerza un traslado a Catalunya
El exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras pidió ayer al Tribunal Supremo (TS) que acuerde su salida de prisión argumentando que es “un hombre de paz”, de fuertes convicciones religiosas, y que ha optado por “la vía de la negociación” para resolver cualquier tipo de conflicto político. La Sala de Apelaciones, la encargada de ver su recurso, deliberó durante la jornada de ayer y, muy probablemente, dará a conocer hoy su decisión. La Fiscalía y la acción popular, ejercida por el partido político Vox, se opusieron a la puesta en libertad del exvicepresident. A su juicio, no ha desaparecido el riesgo de que el investigado reincida en las conductas que le han llevado a su actual situación de prisión incondicional.
Una de las hipótesis que han cobrado fuerza en las últimas horas en medios del Supremo es la de que si no se acuerda la libertad provisional de Junqueras, sí se accedería al menos a su traslado a un centro penitenciario de Catalunya. De todos modos, en el propio Supremo se subraya que tendrá que ser la defensa la que acuda al juez instructor del caso, Pablo Llarena, para pedir el traslado, porque la Sala de Apelaciones difícilmente entrará en esta cuestión. Fuentes de la defensa de Junqueras confirmaron anoche a La Vanguardia que si el exvicepresidente no es puesto en libertad, se pedirá a Llarena que autorice su inmediato traslado a una prisión de Catalunya, y a Instituciones Penitenciarias que facilite dicha medida. En paralelo, habrá un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (TC) y otra acción ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), de Estrasburgo.
De producirse, si no es puesto en libertad, el traslado de Junqueras a un centro penitenciario en Catalunya facilitaría que pudiera acudir a la sesión de investidura e incluso optar a protagonizarla, como candidato a presidir la Generalitat, si lograra los apoyos suficientes. En este sentido, la defensa de Junqueras –ejercida por el letrado Andreu Van den Eynde– basó su alegato en dos argumentos principales, la ausencia de riesgo de reiteración delictiva y la necesidad de permitir que el exvicepresidente pueda ejercer sus derechos de representación política, en tanto que diputado electo del Parlament en los comicios del pasado 21-D.
La defensa abogó, en suma, por que Junqueras pueda ejercer con plenitud sus derechos políticos y personales. El propio Junqueras remachó estos argumentos al final de la vista, cuando solicitó al presidente de la Sala de Apelaciones, Miguel Colmenero, que le concediera la posibilidad de una última palabra. Junto a Colmenero forman parte de la sala los magistrados Alberto Jorge Barreiro y Francisco Monterde.
No es habitual que el recurrente esté presente en la vista del recurso, ni que tenga una intervención al final de la sesión. No obstante, el Supremo ha querido extremar en este asunto su celo garantista, y permitió ambas cosas. Junqueras llegó a los calabozos de la Audiencia Nacional –donde esperó el inicio de la vista– hacia las nueve y media de la mañana. El Supremo no tiene calabozos. Luego fue conducido hasta el Alto Tribunal en un vehículo policial. Quienes le vieron en la Sala de Apelaciones le describieron como algo más delgado que cuando ingresó en prisión el 9 de noviembre. En la calle se concentraron algunos dirigentes de ERC, entre ellos Gabriel Rufián. No hubo, en cambio, representantes del PDECat ni de la CUP. Fuentes de JxCat explicaron que decidieron que Jordi Turull acudiera a la concentración de anoche en Sant Vicenç dels Horts. Desde el PDECat justificaron las ausencias en que los principales dirigentes del partido o bien se encontraban fuera o bien tenían compromisos inexcusables, pero precisaron que habían hecho llegar a ERC su solidaridad.
El letrado Van den Eynde explicó
PARTICIPACIÓN POLÍTICA
El exvicepresident solicita poder ejercer sus derechos como diputado electo
MÁS CERCA DE CATALUNYA
La defensa reclamará de inmediato el traslado a una prisión catalana si no es excarcelado
al término de la sesión que Junqueras había subrayado su “compromiso personal firme” con las “soluciones dialogadas” de los conflictos políticos. Como ya hiciera en sus anteriores declaraciones ante la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela y ante el magistrado del Supremo Pablo Llarena, que asumió posteriormente el caso, Junqueras invocó sus convicciones cristianas para destacar su rotundo rechazo de la violencia. También manifestó que su voluntad es ejercer sus “derechos políticos”, una vez que ha sido elegido diputado por más de un millón de ciudadanos en las recientes autonómicas.
Con estos argumentos, tanto Junqueras como su defensor trataron de destruir el argumento de que existe riesgo de reiteración delictiva o de que su puesta en libertad pueda alimentar algún tipo de acto violento. En este sentido, cabe recordar que el juez Llarena exponía en el auto de prisión del exvicepresidente que en Catalunya se había producido una “explosión violenta” a resultas de la estrategia de los imputados en pro de la independencia. Y sostenía también la resolución que si mantenía en prisión a Junqueras, entre otros investigados, es porque consideraba que su salida supondría un mayor riesgo que la del resto.
Estas tesis fueron, a grandes rasgos, las asumidas ayer por la Fiscalía y la acción popular para oponerse al recurso de Junqueras. Los fiscales del Supremo Consuelo Madrigal y Javier Zaragoza argumentaron que el investigado en ningún momento ha dicho que actuará en política por los cauces de la Constitución y que su compromiso con el diálogo no es una declaración suficientemente explícita. Javier Zaragoza llevó el peso del informe ante la Sala de Apelaciones y añadió en su intervención que “el pacifismo y el civismo se demuestran con hechos, y no sólo con buenas palabras”. Dijo también que la obtención de un acta de diputado o la candidatura para presidir un Gobierno autonómico no constituyen un “salvoconducto” para salir de prisión si se ha incurrido en graves actuaciones ilegales. En este sentido, el fiscal se reafirmó en la tesis de que los hechos protagonizados por los exconsellers constituyeron un delito de rebelión. En una nota oficial dada a conocer tras la vista, se dice al respecto que la Fiscalía considera “que existe un evidente riesgo de reiteración delictiva en atención a las circunstancias que concurren actualmente en el señor Junqueras, ante la ausencia de un compromiso con la legalidad constitucional y sin que se haya producido por su parte ninguna renuncia al uso de vías ilegales para la defensa de su proyecto político”.