Palestina: rumores absurdos
El conflicto palestino ha alcanzado tal grado de vehemencia, radicalidad y pasión que a finales del 2017 hasta los protagonistas teóricamente sensatos y responsables –los gobiernos– echan mano de los rumores más inverosímiles como eventual salida de la crisis. El último de ellos lo lanzó la ministra israelí de Justicia Social en su última visita a El Cairo.
La ministra dijo que la mejor solución para la población palestina de Israel sería su reubicación en el Sinaí, ya que Jordania Occidental alberga cada vez más asentamientos judíos, lo que descarta este territorio como posible patria palestina. Israel compensaría a Egipto por ese traslado masivo de población con cuantiosas ayudas económicas, unas desembolsadas directamente por Israel y otras, por los estados suníes.
El Gobierno de Netanyahu se negó a confirmar que tuviera semejantes proyectos, pero lo hizo –a requerimiento egipcio– de forma tan vaga que el tema sigue debatiéndose en la prensa del Oriente Medio. A la evidencia de que tal plan es quimérico al día de hoy –recuerda en exceso al proyecto prebélico del III Reich de llevar a todos los judíos europeos a Madagascar–, y todavía lo es más con los actuales líderes del mundo palestino, se le contraponen las recientes transacciones territoriales egipcio-saudíes del mar Rojo y, sobre todo, las declaraciones del príncipe heredero saudí –Mohamed bin Salman– del pasado mes de octubre sobre el proyecto Neom. En especial la armonía diplomática imperante actualmente entre Riad y El Cairo permite especular con una financiación saudí indirecta del plan de reubicación palestina en el Sinaí.
Las citadas transacciones fueron la venta egipcia de las islas Tiran y Sanafir del mar Rojo a Arabia Saudí. Estas dos islas controlan el acceso naval al golfo de Aqaba (vital para el puerto israelí de Eilat) y, consecuentemente, significa que, con la compra, Riad asume los compromisos internacionales de libre navegación por la zona.
En cuanto al proyecto Neom, este prevé –al decir del príncipe Mohamed bin Salman– instalar en la zona de confluencia territorial de Arabia Saudí, Egipto y Jordania el mayor y más moderno parque tecnológico del mundo. Y la riqueza así generada serviría a la larga también a la población palestina trasladada al Sinaí. Claro que el cambio de soberanía de Tiran y Sanafir es una realidad palpable, mientras que Neom no es más que un proyecto por ahora y el traslado de los palestinos a tierras egipcias, un mero rumor.
La última idea quimérica es trasladar a los palestinos al Sinaí a cambio del dinero de Israel y de países suníes