Barcelona: del turismo al proceso
LA primera preocupación de los barceloneses ya no es el paro –como fue durante muchos años– ni el turismo, como lo era recientemente, sino el encaje de Catalunya en España, según constata el barómetro municipal de diciembre. Efectivamente, según la encuesta realizada entre los pasados días 23 de noviembre y 4 de diciembre, la cuestión política planteada entre Catalunya y España ha pasado al primer plano del interés para el 11,3% de los ciudadanos consultados, a los que hay que sumar el 9,6% que señala como principal preocupación los “problemas políticos”. Casi el 21% de los barceloneses, por tanto, señala la territorial como la principal cuestión que resolver.
Los hechos vividos en los últimos meses –referéndum, actuación policial, declaración de independencia, aplicación del 155, detenciones y huidas de representantes políticos, fugas de empresas y afectación económica– tienen por supuesto una enorme influencia en el ánimo de todos los catalanes, barceloneses incluidos. Y el barómetro municipal de diciembre cuantifica esta preocupación por vez primera. Por ejemplo, más de la mitad de los encuestados (el 52,6%) temen que el actual contexto político tendrá consecuencias negativas para Barcelona, mientras que la mayoría (80,5%) se declaran contrarios al encarcelamiento de los líderes políticos, otro 74,5% rechaza la aplicación del 155 y el 62% se muestra contrario a la declaración unilateral de independencia.
Hay otras cuestiones destacadas en el barómetro. Por ejemplo, la preocupación por la contaminación atmosférica irrumpe como tercer elemento, con el 9% de los barceloneses que la sitúan en primer lugar, mientras que el turismo queda relegado a una quinta posición, empatada con las condiciones de trabajo. Menos interés tiene la proyección en voto de la encuesta, por cuanto está realizada tres semanas antes del 21-D, cuyos resultados pueden tener una gran influencia en el comportamiento del elector. Sin embargo, a modo de tendencia vale la pena constatar que ERC pasaría a ser la primera fuerza política de Barcelona, a sólo dos décimas de los Comunes, mientras se hunde el PDCat, se mantiene Cs y el PSC se sigue al alza, y la CUP y PP, de no cambiar las cosas, pueden tener problemas para tener concejales en el pleno.
Este barómetro señala que los barceloneses se hallan muy preocupados por la situación política de Catalunya y España y temen por sus consecuencias negativas, tanto económicas como personales. Una realidad que debería llevar a los elegidos a tomar nota para tratar de rebajar tensiones.