La hora para revelar a los niños la verdad
La mayoría de menores suele empezar a manifestar las primeras dudas a partir de los ocho años y no hay que engañarles
Oye mamá en el colegio me han dicho que los Reyes Magos son los padres. ¿A qué no es verdad? Es la pregunta que pone fin a la ilusión. Y cuando los niños la formulan hay que decirles la verdad, sin rodeos. Así lo aconseja la pedagoga y orientadora Carmen Castello Tardajos en un artículo publicado por el Instituto Psicoeducativo Elea. Cuando la magia de los Reyes Magos se desmorona jamás hay que intentar alargar la ilusión a la niña o niño que ha descubierto (la mayoría de veces se lo ha contado un amigo en el colegio) la realidad de la noche de Melchor, Gaspar y Baltasar.
La pregunta, que la mayoría de padres no querrían que llegara nunca, suele formularse en fechas navideñas. Es cuando los niños hablan más entre ellos de la noche de Reyes. Y a esas conversaciones suele sumarse el que sabe lo que realmente pasa con esa cita. La edad en la que surge la primera duda puede variar. Psicólogos infanto-juveniles coinciden en fijar entre los 8 y 11 años la etapa a partir de la cual los niños empiezan a cuestionarse la realidad sobre los Reyes Magos. Y a partir de los 12 años se estima que la mayoría conoce ya la realidad. Así que seguir engañando a un niño a partir de esa edad (son aquellos casos en el que el pensamiento lógico abstracto se desarrolla a una velocidad menor) no es aconsejable. El menor podría ser objeto de mofas y burlas por parte de sus compañeros que ya saben la verdad.
Cuando la pedagoga Carmen Castello habla de una respuesta directa, quiere decir lo siguiente: “Si, los Reyes son los padres”. Eso va a crear una gran decepción en el menor y por lo tanto aconseja, en aquellos casos que se detecte en el menor mucho impacto, tener preparado un discurso. Castello escribe: “Mira hijo, hace muchos, muchos años, cuando nació el Niño Jesús, existieron unos Reyes en Oriente que… esos Reyes hoy no existen, pero todos los padres queremos que nuestros hijos también tengan regalos como Jesús. Por eso, esta noche, jugamos a ser los Reyes y si habéis cumplido con vuestras obligaciones, os queremos dar aquellos regalos que pensamos os puedan hacer ilusión. Ahora ya sabes la verdad, ya eres mayor, pero si quieres podemos seguir jugando a los Reyes Magos, porque a todos nos gusta que otros piensen en nosotros y nos hagan regalos. Tu hermana que es más pequeña no sabe todavía nada, lo que hemos hablado será nuestro secreto”.
La ilusión suele quedar truncada en las fechas navideñas, cuando los niños hablan más del tema