Un guión de hierro
Molly’s game Dirección: Aaron Sorkin Intérpretes: Jessica Chastain, Idris Elba, Kevin Costner, Michael Cera Producción: EE.UU., 2017. Duración: 141 minutos. Drama
Los guiones de Aaron Sorkin asombran por la penetración y escrupulosidad con que describen personajes y ambientes: las interioridades de un late show o de toda una cadena de televisión de pago, la Casa Blanca contemplada desde el trabajo diario de los asesores del presidente, la directiva de un equipo de béisbol, un gabinete de abogados, las vicisitudes de Steve Jobs o Mark Zuckerberg…
Cualquier tema en sus manos demuestra un conocimiento cabal de la materia desarrollada y por supuesto una arquitectura maciza y diálogos brillantes. Ahora, en Molly’s game, Sorkin adapta un libro autobiográfico de Molly Bloom, la historia de una esquiadora profesional que abandonó el deporte a causa de una lesión y empezó una nueva vida en Los Ángeles, donde gestionó partidas de póquer entre la gente guapa y rica (actores, empresarios, gángsters…), hasta que fue detenida por el FBI, llevada a juicio y defendida por un prestigioso abogado. Molly’s game es una película de interiores (las mesas del póquer, los despachos, el juzgado), muy hablada, verista, rigurosa y excelentemente interpretada: Chastain y Elba, en cabeza, impecables, pero atención a secundarios como Cera o un mayúsculo Bill Camp. Su dinámica puesta en escena, su estructura de tiempos que avanzan y retroceden y el uso de la voz en off remiten al Scorsese de El lobo de Wall Street ,yahíel guionista de hierro, que ha decidido debutar como director, se revela un cineasta de menor nivel, amén de derivativo. Un hecho revelador: el filme de Scorsese duraba tres horas y pasaba como un suspiro; el de Sorkin, más corto, parece durar el doble. / J. Batlle Caminal