El Espanyol se complica la vida
Los blanquiazules, flojos en defensa ante un oportunista Levante, se obligan a remontar
El Espanyol lo hizo anoche todo para ganar a un Levante que se presentó en Cornellà a verlas venir pero que rentabilizó un penalti y una buena contra para atar una inusitada victoria y más de media eliminatoria. Quique Sánchez Flores no engañó y presentó un equipo reconocible, aunque muy descompensado, que brilló tanto en ataque como hizo aguas en defensa. La Copa vuelve a complicarse, como las buenas sensaciones huyen otra vez de Cornellà.
No se puede decir que el equipo no jugase a lo mismo que ante el Atlético, con el mismo orden y la misma intensidad, por más que acusó la ausencia de Darder en el centro del campo, un papel que trató de asumir Granero desde la derecha, y pronto se vio que le iba a tocar sufrir para defender las acometidas del Levante por las bandas.
Ha decidido finalmente el técnico españolista hacer jugar a sus hombres en su posición natural y ayer no dudó en mantener a David López en el centro del campo y en situar a su lado a Víctor Sánchez para dar finalmente los laterales de la zaga a Marc Navarro y Dídac Vilà. En el eje, Naldo acompañó ayer a Óscar Duarte para configurar una defensa inédita que pronto se reveló poco trabajada. Una apuesta harto arriesgada teniendo en cuenta que el Espanyol tenía en- frente un rival de Primera y que el próximo compromiso liguero no es hasta el lunes.
No obstante, los locales se hicieron con el control del partido desde el minuto 1 y suyas fueron la posesión y las ocasiones desde el principio. Sergio García, Gerard Moreno y Granero pronto encontraron conexiones ante un Levante que no tuvo reparos en replegarse y encerrarse para buscar sus oportunidades a la contra.
Al Espanyol le costó horrores bregar ante esa barrera defensiva y sufrió aún más ante los contragolpes de su rival, especialmente incisivo por las bandas, donde Morales ganó prácticamente todos los duelos a Marc Navarro y Samu García puso en verdaderos aprietos a Dídac. Aún así, el trabajo ganó al oportunismo y fue el Espanyol el que abrió el marcador en una gran combinación entre Piatti y Gerard. El delantero celebró el gol con el público y tras el partido dijo que el Espanyol es su casa, ante los rumores de una posible salida.
La grada de Cornellà se las pintaba muy bien, pero el Levante siguió a la suya y pronto encontró su réplica. En uno de los líos en que se metía la defensa local cada vez que el Levante se acercaba al área de Diego López, el granota Toño mantuvo vivo un balón que aparentemente había salido por línea de fondo, los locales se durmieron y Víctor Sánchez acabó cometiendo unas manos claras tras un disparo de Campaña. Morales, el mejor visitante, no falló desde los 11 metros para poner la igualada aún en ese primer tiempo. Sin ningún desgaste, el Levante conseguía optimizar su pobre propuesta.
Tras la reanudación, Quique mantuvo su apuesta y volvió a encontrarse con la incapacidad de su equipo para materializar su superioridad, amén de los dos palos con los que se toparon Sergio García y un Darder al que acabó recurriendo. Con eso y con una contra conducida por la banda derecha por Morales –cómo no– que Ivi acabó enviando a las redes para dar la vuelta al partido. En vano todo el trabajo que realizó a partir de ahí un Espanyol de nuevo sin gol ni suerte ante rivales que no juegan más que a encerrarse. Es la asignatura pendiente del equipo.
ESCASA SOLIDEZ Sánchez Flores planteó una zaga inédita, con Navarro, Óscar Duarte, Naldo y Dídac
CONTRA EL MURO Los locales se volvieron a topar ante un rival muy cerrado y no encontraron ni alternativas ni suerte