El esquí cierra una Navidad muy positiva
Baqueira alcanza cifras de afluencia en pistas que no se daban desde hace diez años y Masella cierra varios días con lleno absoluto
Si hay nieve y el clima acompaña ningún proceso, ni que sea político, detiene al esquí. Es una frase que estos días se escucha en muchas estaciones del Pirineo catalán, a punto de cerrar una campaña de Navidad muy positiva. Las cifras aún no están cerradas (falta por contar este fin de semana) pero las primeras informaciones facilitadas desde los complejos invernales hablan de números históricos. Como los más de 21.000 esquiadores que visitaron el pasado 30 de diciembre la estación de Baqueira Beret (hacía una década que no se alcanzada esa cifra de esquiadores en una sola jornada) o los repetidos días en las que la estación de Masella ha contabilizado más de 11.000 esquiadores en sus pistas. Son números facilitados por Xavier Ubeira, director comercial de la estación aranesa y Maite Martí, portavoz del complejo ubicado en la Cerdanya.
La avalancha de esquiadores –los días en los que ha acompañado el clima– se ha repetido en otras estaciones como Port Ainé (este complejo se vio obligado a cerrar sus accesos a finales de año), Espot Esquí o Boí-Taüll. Desde esas estaciones también se avanza que el balance de estas fiestas de Navidad será muy satisfactorio y se da ya por hecho que la afluencia de visitantes ha sido mayor que la registrada el pasado año en estas mismas fiestas.
Por lo que respecta a la ocupación muchos complejos hoteleros, los más cercanos a pistas, colgaron el cartel de completo los últimos días del pasado año. Y los días en los que el clima no acompañó esos esquiadores que estaban ya en su destino dedicaron la jornada a las compras. Así que el comercio, especialmente en Val d’Aran, ha visto incrementadas también sus ventas.
El temor de que el proceso político pudiese pasar factura al negocio del esquí, como ha pasado con otros sectores de ocio, no se ha cumplido. Tal y como afirma Jordi Cuadrat, director del hotel La Pleta de Baqueira (ubicado a pie de pistas y uno de los más lujosos de Val d’Aran), “el perfil del cliente ha sido el mismo de otros años, con un gasto muy parecido al de temporadas que fueron muy positivas”. Maite Martí revela, por su parte, que la afluencia de clientes de fuera de Catalunya “incluso ha sido mayor estas Navidades, especialmente gracias a grupos llegados de Madrid, que en temporadas anteriores”.
La ocupación ha empezado a descender a finales de esta semana y las estaciones, a las que estas fiestas no les ha faltado la nieve, empiezan a prepararse ya para recibir a grupos y cursillistas durante este mes de enero y febrero. Se van a encontrar con unas pistas en excelentes condiciones.
El temor de que el proceso político pudiese afectar al negocio de la nieve ha quedado enterrado