La tradición bien entendida
Casa Dorita está en el entorno del mercado de Sant Antoni
Barcelona está a punto de recuperar uno de sus mercados más emblemáticos, el de Sant Antoni. Alrededor de este conocido edificio, ahora completamente modernizado, se están abriendo espectaculares comercios, nuevos hoteles e interesantes restaurantes.
Caminando por la peatonalizada calle Tamarit, a pocos metros del mercado, descubrimos una casa de comidas que, pareciendo histórica, es de lo más actual. Su nombre rinde tributo a una casta de mujeres valientes y luchadoras, en este caso referido a la famosa vedette del Paral·lel, la Bella Dorita.
Una acertada idea de Joan Casanovas, agente comercial de jamones de Guijuelo que ha sabido convertir una antigua mercería en un simpático lugar para comer bien a precios sensatos. Su objetivo y el de su mano derecha, Isabel Coll, es recuperar los platos tradicionales que hacen feliz a la gente, aportando proximidad y calidad.
Así, la carta habla del charcutero con generosas degustaciones de jamón ibérico y cecinas de Guijuelo, de los “adictos a los quesos” afinados por competentes amigos, del “huerto” para ofrecer sugerentes mezclas de brotes verdes y hortalizas de temporada.
Habla del “hábito de picar” y se refiere a la ensaladilla rusa, los boquerones, los chips de berenjena, las patatas bravas y las insustituibles anchoas en lata de Casa Filipo.
Leemos con interés la lista “los huevos” de granjas locales, estrellados o en tortillas sencillas y sabrosas, como la de bacalao estilo sidrería y los platos de “cuchara”, como las pochas, los garbanzos con cigalitas, los callos o las albóndigas con sepia.
O la extensa y estudiada lista de los platos para “carnívoros”, un buen ejemplo son la pluma a la brasa y la butifarra de Lleida de Can Carner. Finalmente “la mar de bo” con unos calamares olé olé y un contundente morro de bacalao con samfaina.
La destreza de la “mestressa” Dalmau logra maravillas en la pequeña cocina. El lema de “pequeño margen y mucha rotación” es más que un principio en Casa Dorita. Resulta una filosofía muy beneficiosa para el cliente enterado.