Dictamen del Supremo
Ni jurista ni político ni periodista, tan sólo soy un ciudadano preocupado, eso sí, tanto como los que más, en defender los derechos humanos. No por esperado ha dejado de producirme un profundo dolor conocer el dictamen del Tribunal Supremo sobre la pena preventiva de cárcel para Oriol Junqueras. Los tres juristas han decidido por unanimidad no concederle a Junqueras el castigo de libertad preventiva bajo fianza, han considerado que es un ciudadano peligroso y que podría volver a cometer actos violentos y tumultuosos. Claro que la ley debemos de respetarla todos los ciudadanos, los primeros los propios jueces y poderes del Estado.
Estoy convencido de que la gran mayoría de ciudadanos de buena voluntad, no sólo independentistas, y respetuosos con la Constitución, para nada podemos comprender la evidente falta de imparcialidad del Supremo en este caso del exvicepresidente de la Generalitat. El poder judicial, si es representativo de decisiones como esta, para nada puede garantizarnos que contamos con un derecho de igualdad de trato y amparo para todos los ciudadanos. Sinceramente, pienso que ha sido una decisión poco meditada y discutible, y espero que otros muchos jueces y magistrados así lo entiendan.
JOSEP MARTÍN COLL Subscriptor
Sant Cugat del Vallès