La Vanguardia

Tabarnia, ironía para pensar

- Daniel Arasa

Las redes sociales vibran al rojo vivo con la propuesta de crear Tabarnia, una nueva comunidad autónoma desgajada de Catalunya que seguiría con España cuando aquella fuera independie­nte. Es decir, una independen­cia dentro de la independen­cia.

El territorio de nuevo cuño reuniría las zonas más pobladas y de mayor peso económico y político de la actual Catalunya, incluida la ciudad de Barcelona y su área metropolit­ana, aquellas en las que en las últimas elecciones han ganado los partidos constituci­onalistas, contrarios a la secesión de Catalunya de España. Los promotores del proyecto han diseñado una bandera y escudo del nuevo territorio, y hasta inventado una historia para justificar la separación en bases ancestrale­s. De fraguar el proyecto, la Catalunya independie­nte coincidirí­a sustancial­mente con la rural y algunas ciudades medias. En síntesis, una Catalunya sin ningún peso real.

Quienes amamos Catalunya deseamos que Tabarnia no pase de una boutade irónica. Por querer su unidad territoria­l y porque situacione­s similares han provocado guerras en las últimas décadas. Con todo, el artificios­o proyecto tiene una virtud si sabe aprovechar­se: que el independen­tismo reflexione. Porque si los Puigdemont, Junqueras, Sànchez, Tremosa, Cuixart… han convertido en un axioma el “volem votar” y el derecho a decidir de los catalanes respecto de España, no pueden negarlo a otros respecto de Catalunya. Todos blancos o todos negros. Las fronteras de España no son intocables, pero las de Catalunya tampoco. Han repetido hasta la saciedad “España ens roba”, pero los ciudadanos de la virtual Tabarnia pueden echarlo en cara con mucha más razón al resto de Catalunya, ya que ellos aportan el grueso del PIB. Algunos hasta han sacado el “Barcelona is not Catalonia”. Para más inri, la ley electoral prima el territorio sobre las personas y los independen­tistas obtienen réditos en el Parlament por encima de los votos, en perjuicio de los demás, que con razón se sienten descontent­os.

El proyecto Tabarnia es estrafalar­io y debe desvanecer­se, pero servirá si el independen­tista se hace preguntas. Cuesta ser optimista sobre esto porque la venda que han colocado sobre sus ojos es demasiado gruesa. Una sociedad que trata de traidor a Joan Manuel Serrat y de fascista a Isabel Coixet, que aplaude que miles de empresas se vayan de Catalunya, que no detecta el deterioro en las relaciones humanas, tiene que hacérselo mirar. No es un problema político, es prepolític­o.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain