La Vanguardia

La concordia, un objetivo prioritari­o

- Juan José Omella J. J. OMELLA, cardenal arzobispo de Barcelona

Estamos ya en la víspera del nuevo año del Señor 2018 y estamos todos invitados a entrar con buenos propósitos. Tenemos por delante doce meses para llenarlos con buenas obras. Nos hace pensar mucho, en este sentido, la inscripció­n latina que hay en el reloj de la sacristía de la catedral de Barcelona que dice: “Dum tempus habemus operemur bonum” (Ahora que tenemos tiempo hagamos el bien).

En la glosa anterior hice referencia a tres objetivos para este año: el nuevo plan Pastoral Diocesano, la celebració­n del octavo centenario de la creación de la Orden de la Merced en Barcelona y el trabajo por la paz y la concordia. En esta quisiera ofreceros unas reflexione­s sobre el último de estos objetivos: la concordia y la cohesión social en nuestra tierra. Es un objetivo que implica a la Iglesia, pero que va más allá, es un reto para toda la sociedad catalana. Es un reto y un objetivo transversa­l.

Como un punto de referencia histórico en nuestro país, me referiré al pensamient­o que en muchos de sus artículos expresó Joan Carrera, quien fue obispo auxiliar de Barcelona. Fue un cura y un obispo muy arraigado en Catalunya y, al mismo tiempo, muy cercano a los inmigrante­s que vinieron a trabajar aquí desde diversos lugares de España en los años sesenta y setenta. Los que, utilizando el título de una obra de Paco Candel, eran llamados “los otros catalanes”. El obispo Carrera, que antes de ser obispo fue rector en parroquias de barrios periférico­s, siempre decía que los jóvenes sacerdotes enviados a las nuevas parroquias creadas por el obispo Gregorio Modrego, en zonas de fuerte inmigració­n, habían hecho un gran servicio a nuestra sociedad, que favoreció la integració­n de “los otros catalanes”. Y lo hicieron con todo tipo de iniciativa­s que no tenían, entonces, el apoyo oficial.

En uno de sus artículos en Catalunya Cristiana escribía el obispo Carrera en 1997: “Pero vino otro tiempo en el que la llegada a Catalunya de un sinfín de hombres y mujeres de toda España hizo presente el uso de la lengua castellana en la pastoral y en la liturgia de muchas iglesias. Nacieron parroquias nuevas en los barrios obreros que surgían alrededor de Barcelona y de muchas ciudades y pueblos grandes [...] Un buen número de sacerdotes se entregaron en cuerpo y alma. Alrededor de aquellas parroquias, única presencia activa durante muchos años de la sociedad catalana en las zonas de más inmigració­n, surgieron escuelas, cooperativ­as de viviendas, agrupacion­es culturales e, incluso,

Preocupan las posibles consecuenc­ias negativas de los hechos políticos actuales para la cohesión social

sindicales, y se estableció la primera red de asistentes sociales de barrio, gracias a Cáritas”.

Ahora las circunstan­cias sociales son distintas. Observador­es atentos a nuestra realidad están preocupado­s por las posibles consecuenc­ias negativas que los hechos políticos recientes puedan representa­r para la cohesión social. Por eso, todos estamos llamados a hacer un esfuerzo para tejer la concordia y la confianza mutua dentro de una sociedad en la cual se da una gran pluralidad cultural, política y también religiosa. Trabajar por la cohesión social es responsabi­lidad de todos. La Iglesia querría asumir este reto en el trabajo concreto y diario de las parroquias, escuelas e institucio­nes cristianas. Es bueno compartir los retos propios de vivir en comunión desde la disparidad de puntos de vista, como una gran familia en la que todos se quieren y respetan a pesar de las diferentes opiniones y procedenci­as. Que Dios nos ayude en esta tarea tan bonita y apasionant­e.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain