Reyes de la literatura
¿Alejandro Palomas? ¿Antoni Bassas? Los dos nombres sorprenden en los medios literarios locales. La cena del premio Nadal congrega a los periodistas y escritores a modo de fiesta de inicio del año como el premio RBA de novela negra lo hace –en septiembre– a modo de inicio del curso literario y cultural. También convoca a algunas autoridades (la alcaldesa, Ada Colau, con su flamante nuevo comisionado de cultura, Joan Subirats, y varios ex: el alcalde Xavier Trias; los expresidentes José Montilla y Artur Mas…).
Están también muchos ganadores anteriores del galardón: Care Santos (2017), Sergio VilaSanjuán (2013), Clara Sánchez (2010), Lorenzo Silva (2000), Víctor del Árbol (2016)… También anteriores vencedores del Josep Pla como Lluís Foix (2016), Genís Sinca (2013), Sebastià Alzamora (2005), Eva Piquer (2002) o Carme Riera (1994). Y muchos otros escritores como Miquel Molina (a punto de publicar La sonámbula), Martí Gironell, Joan Safont, Jordi Corominas, Núria Amat, Miquel de Palol, Lucía Lijtmaer, Laura Fernández, Carme Riera, Najat El Hachmi, Àlex Susanna, Gabi Martínez, Pere Gimferrer, Sergi Doria (que en mayo publica su segunda obra, La verdad no termina nunca), Pepe Ribas, Lorenzo Silva (que acaba de anunciar que abandona Twitter, harto de líos), Ignacio Vidal-Folch, Álvaro Colomer, Genís Sinca, Pilar Eyre o Jenn Diaz, que acaba de estrenarse en la política. Ha sido elegida en las listas de ERC al Parlament. Su primera sorpresa, como escritora, es que en su acto como política había 800 personas (y no 15 o 30). Las agentes Sandra Bruna, Antonia Kerrigan, Maribel Luque, Anna soler-Pont, intelectuales como Xavier Rubert de Ventós o Josep Ramoneda, el actor Josep Maria Pou y editores como Patrici Tixis, Blanca Rosa Roca o Juan Cerezo.
Algunos han escapado a un día entero de montaje de legos o playmobils, otros se han levantado de la mesa familiar para aterrizar en la del premio. No hay hambre. Hambre siempre hay para valorar a los premiados; a veces, con gula. Con cierta saña. Alguno de los presentes se presentó –sin suerte– en ediciones anteriores.
¿Palomas? ¿Bassas? Son dos modelos diferentes, desde luego.
Palomas es un autor de larga trayectoria (con 16 obras publicadas) y con una gran dedicación a sus lectores. Infatigable correcaminos de librerías y bibliotecas, prota virtual y físico de clubs de lectura. Un autor de boca a boca, de gota a gota, que anoche recibió uno de los abrazos más antiguos de las letras españolas.
El Josep Pla, como hace dos años con Lluís Foix, relatando sus experiencias como periodista de La Vanguardia, premia la memoria periodística, esta vez del periodista radiofónico Antoni Bassas. El periodista Pla premiando al periodista Bassas. Aquel escribía a todas horas, postrado en la cama, y su ingente producción continúa apareciendo en la propia editorial Destino (que convoca los galardones); Bassas nos ha contado sus años al frente del programa matinal de Catalunya Ràdio. “Hay muchos datos, muchísimos, y sería deseable que un buen editor lo puliera, se nota que hay mucho periodismo, muchos datos, más que literatura”, explicaba alguien que ha leído el manuscrito.
Más veloz que la propia radio, a las 21.55 Wikipedia ya anuncia quién ha ganado el Nadal.
Cuando recibe el veredicto, son casi las doce de la noche.
Palomas, autor de larga trayectoria, es un incansable visitante de bibliotecas y librerías